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Murió el papa emérito Benedicto XVI a los 95 años

El religioso no sufría ninguna enfermedad grave, mostraba los achaques de la edad. Había perdido la voz y movilidad

Por Redacción

31 de diciembre, 2022 - 09:36

El papa emérito Benedicto XVI murióa los 95 años en el monasterio Matter Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su renuncia al pontificado en 2013. “Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, informó el director de la oficina de prensa vaticana. A partir del lunes 2 de enero se ubicará la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro.

El 28 de diciembre el Papa Francisco comentó que Benedicto XVI se encontraba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles durante su audiencia general. Posteriormente, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó que el estado de salud de Joseph Ratzinger se habían “agravado a causa de su avanzada edad”.

Monseñor Georg Ganswein, el secretario personal del pontífice emérito, había señalado en varias oportunidades que Ratzinger era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”. Benedicto XVI pasó los años de su retiro en una residencia en el interior del Vaticano. Progresivamente fue perdiendo la movilidad y la voz, lo que limitaba sus apariciones públicas. La única vez que salió del Vaticano en los últimos años fue en 2020, cuando visitó a su hermano Georg en 2020, poco antes del fallecimiento de este en Alemania.

 

Ratzinger como Benedicto XVI

Fue electo Papa el 19 de abril de 2005, a los 78 años. Previamente ocupaba el cargo de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y fue uno de los más estrechos colaboradores de Juan Pablo II desde comienzos de los años 80. Una vez ungido como Benedicto XVI, sus primeras palabras a la Plaza de San Pedro fueron: “Queridos hermanos y queridas hermanas, después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido a mí, un simple y humilde trabajador en la viña del Señor…”.

Durante ocho años fue la máxima autoridad de la Iglesia, pero renunció sorpresivamente el 28 de febrero de 2013, algo inédito desde el siglo XIII. Ese gesto de renovación abrió el camino a la elección del primer pontífice no europeo, el argentino Jorge Bergoglio quien se convirtió en el Papa Francisco.

A lo largo de su pontificado, enfrentó varias crisis, sobre todo las relacionadas con los escándalos por las múltiples denuncias por los delitos de abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia a lo largo del planeta. SI bien muchos lo acusaron de encubrimiento, Benedicto XVI aplicó una fuerte política de limpieza de los sacerdotes que cometieron abusos, ordenando tolerancia cero para quienes cometieran crímenes de esa índole.

Durante sus ocho años como Papa, visitó 24 países en cuatro continentes y publicó tres encíclicas: en 2006, “Deus Caritast Est”, que expresa que “Dios es amor, quien está en el amor habita en Dios y Dios habita en él”; la segunda “Salvados en la esperanza”, donde habla de la eternidad y dice: que “no es un continuo sucederse de días del calendario sino el momento gratísimo de sumergirse en el cocénao del amor infinito”; y por último “Caridad en la verdad”, donde indica que “la fuerza más poderosa al servicio del desarrollo es el humanismo cristiano”.

Al mismo tiempo, mantuvo relaciones amistosas, en el marco del diálogo interreligioso, con protestantes y ortodoxos, visitó sinagogas y mezquitas y modificó la liturgia de Semana Santa, eliminando la mención a los judíos.