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Labor solidaria de una mendocina en el conflicto entre Israel y el Hamas palestino

Una voluntaria oriunda de Maipú, trabaja atendiendo a víctimas heridas por los bombardeos sobre ciudades israelíes y de los ataques a poblaciones civiles en territorio de la Franja de Gaza que son llevadas a hospitales en territorio judío

18 de mayo, 2021 - 07:39

Hace una semana que en la denominada Franja de Gaza se vive el momento más dramático de la humanidad, en un escenario cercado por la pandemia del COVID-19.

La guerra entre judíos y palestinos se apaga y se enciende desde principios del siglo XX, donde se mezclan cuestiones políticas, territoriales y religiosas.

Si bien en el trayecto de esa traumática historia le mostraron a la humanidad destellos de soluciones de paz, como cuando las emblemáticas figuras Isaac Rabín y Yasser Arafat firmaron trascendente tratado de paz en 1993.

Un paso que, por muchas razones, no se concretó finalmente. Mucho menos después del 2007, cuando el grupo Hamas llegó al poder en Gaza y negó sistemáticamente todo acuerdo con Israel. Un punto que quedó firme, cuando Palestina acusó a los israelíes de realizar limpieza étnica para alcanzar a judaizar a la ciudad de Jerusalén.

Hoy, en esa zona del Medio Oriente el enfrentamiento armado es más álgido con la utilización de tecnología armamentística que, por un lado, es más letal y, por otro, es más efectiva en la defensa de las zonas afectadas, sobre todo de Israel.

De acuerdo con informes de televisión de CNN internacional: “Es un conflicto con peores olas de violencia entre ambas partes de los últimos años, que se inició con movimientos para desalojar familias palestinas de sus hogares cercanos a la ciudad Vieja de Jerusalén, sobre todo, en uno de los lugares sagrados de ese sitio, denominado el Noble Santuario por los musulmanes, Monte del Templo por los judíos".

 

Quienes habitan esa zona viven una verdadera tragedia

Sobre el día a día, hora a hora, que viven quienes habitan ese lugar del legendario Medio Oriente, El Ciudadano, tomó contacto con Graciela Bonilla, oriunda de Maipú, judía e instalada desde hace varias décadas en Israel. Integra grupos sanitarios que asisten a toda la población civil, víctima de las embestidas letales en la Franja de Gaza. 

Graciela Bonilla.

 

En primera instancia, cuenta lo que sucede en ese sitio: “Lo que estamos viviendo en Israel es una verdadera tragedia, situación que se inicia cuando desde la franja de Gaza comienzan a disparar a nuestro territorio y al mismo tiempo se desata una suerte de guerra civil”.

 

—¿Qué desató la aparición de un nuevo conflicto?

—No se sabe cuál fue el detonante de esta situación, solo que el Ejército israelí contesta los ataques con bombardeos aéreos. Por otro lado, como le decía, estamos con una guerra civil iniciada a dos días del conflicto en Gaza.

 

—¿Una guerra civil?

—Sí, es en ciudades donde vivían en paz árabes y judíos, donde abundaba el turismo, había convivencia comercial y habitacional. En estos momentos se están causando mucho daño y muchas muertes de uno y otro lado.

 

—¿El pueblo palestino dice que Israel ataca a la población civil?

—Solo le puedo decir que Hamas tiene base en escuelas y hospitales, por eso desde Israel, se le avisa a la franja de Gaza, con cierta antelación, que se producirán ataques, para que la población emigre de eso lugares. Muchos se van, otros no lo pueden hacer porque Hamas no los deja desalojar esos lugares, por eso, hay muchos heridos y muertos en Gaza.

 

—Entonces, ¿qué sucede con esa población herida por los bombardeos?

—La traemos a Israel, yo formo parte de un grupo de voluntarios que vamos a buscar a esa gente a la frontera. Allí, el Ejército nos deja entrar para traerlos a los hospitales israelíes y poder salvarles las vidas. Es un trabajo muy difícil, muy agotador y con mucha presión emocional, pero vale la pena.

 

Alcanzar la paz cuando se entiende el dolor de dos pueblos

—¿Cuándo habrá paz en esa parte del mundo?

—Yo creo que la paz va a llegar a Medio Oriente cuando existan líderes tanto en Israel como en los países árabes, inclusive en Hamas, que en forma definitiva terminen con el dolor. Todos mirando, interpretando necesidades e intereses del otro pueblo. Ese diálogo nos llevará a firmar la paz como lo hicieron en su momento Isaac Rabin y Yasser Arafat, como también sucedió con Egipto y Jordania, momentos de luz, que muchos vemos aquí como solución. 

 

—¿Cómo vive usted esta situación? 

—Discúlpeme, pero en estos momentos no sé si puedo reflexionar, porque estoy muy enfocada a esta difícil tarea. Atiendo a soldados, a muchos pacientes que están en estado permanente de pánico y a toda la gente que está sufriendo en Gaza. Solo espero que podamos ser inteligentes, flexibles y que podamos entender el dolor de los dos pueblos para que en algún tiempo, no sé si pronto o lejano, alcancemos un acuerdo de paz donde los dos pueblos puedan gozar de este maravilloso lugar que es el Medio Oriente”.