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La concentración de gases de efecto invernadero fija un nuevo récord

Un informe de la Organización Mundial de Meteorología advierte sobre la necesidad de reducir las emisiones de los tres gases que provocan el aumento de las temperaturas.

Por Redacción

26 de octubre, 2021 - 17:07

En un comunicado emitido este lunes, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) aseguró que la abundancia de gases de efecto invernadero que retienen el calor en la atmósfera volvió a crecer hasta porcentajes récord el año pasado, a pesar del parate industrial parcial causado por la pandemia de COVID-19.

La agencia de las Naciones Unidas dedicada a facilitar la cooperación entre los servicios meteorológicos nacionales detalló que la concentración de dióxido de carbono (CO2) alcanzó en 2020 las 413,2 partes por millón (ppm), superando la marca máxima anterior de las 400 ppm, registrada en 2015. Se trata del gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera, el cual contribuye en aproximadamente un 66 % al efecto de calentamiento del clima.

Aproximadamente la mitad de ese CO2, generado principalmente por la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento, permanece en la atmósfera, mientras que la otra mitad es absorbida por océanos y ecosistemas terrestres. Mantener el actual ritmo de concentraciones de estos compuestos podría provocar una disminución en la capacidad de la Tierra para absorber CO2, resultando en la falta de reguladores que eviten aumentos de la temperatura global aún mayores.

Por otra parte, las concentraciones de gas metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) equivalieron, respectivamente, al 262 % y al 123 % de incremento con respecto a los niveles de 1750, año elegido para representar el momento en que la actividad humana empezó a incidir en los procesos ecológicos del planeta.

En el texto que detalla el estudio, una cita del Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, indica:  "Esto no es una mera fórmula química y unas cuantas cifras en un gráfico. Conlleva repercusiones negativas de primer orden para nuestra vida cotidiana y nuestro bienestar, para el estado de nuestro planeta y para el futuro de nuestros hijos y nietos".

"Si no se detienen las emisiones, la temperatura mundial seguirá subiendo. El CO2 es un gas caracterizado por su larga vida y, por tanto, el nivel de temperatura observado actualmente persistirá durante varias décadas aunque las emisiones se reduzcan rápidamente hasta alcanzar el nivel de cero neto", señala el comunicado, a propósito de los objetivos de reducción de concentraciones consensuados por los países en el Acuerdo de París (2015).

"Si ello se suma al calentamiento del planeta, el resultado será la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos (como episodios de calor intenso, lluvias fuertes, derretimiento de las masas de hielo, subida del nivel del mar y acidificación de los océanos), que entrañarán repercusiones socioeconómicas de gran alcance", desarrolla el comunicado de la OMM.