|14/03/23 08:44 AM

Gemelas argentinas: la importancia de la salud mental de inmigrantes

Psicólogas especializadas en procesos migratorios y residentes en Cataluña alertan sobre los desafíos de adaptarse a una nueva cultura, identificando los "duelos migratorios" como un proceso complejo de reorganización personal

Por Redacción

14 de marzo, 2023 - 08:46

Psicólogas con experiencia en procesos migratorios y que residen en Cataluña, identificaron los desafíos que pueden surgir al adaptarse a una nueva cultura. Las especialistas observaron especialmente los llamados "duelos migratorios", que implican un complejo proceso de reorganización personal y un gran esfuerzo psicológico para adaptarse a los cambios. A su vez, las expertas también ofrecieron posibles herramientas para sobrellevar este proceso.

El tema cobra relevancia llega de la trágica muerte de una adolescente y el internamiento de su hermana gemela, luego de que ambas saltaran por un balcón en Sallent, un municipio en Cataluña donde habían vivido con su familia durante dos años. Las especialistas consultadas por Télam destacaron la importancia de abordar y analizar los aspectos psicológicos de los procesos migratorios para prevenir situaciones como esta.

“Instalarse en una nueva sociedad genera un proceso de aculturación psicológica, que es el choque e integración de las dos culturas (del país de origen con el de acogida) que atraviesa la persona y el grupo familiar al llegar, coinciden María Belén Agostí (@psibelenagosti) y Cecilia Inés Pellegrini (@migranterapia), madres migradas y psicólogas especializadas en procesos migratorios y educación emocional.

Ver también: Abrió los ojos la gemela que sobrevivió a la caída de un tercer piso en Barcelona

Según Pellegrini, migrar implica adaptarse de manera rápida a una nueva cultura y enfrentar los siete duelos migratorios: "La nostalgia que produce la separación de la familia y amigos, la pérdida del estatus social, del grupo de pertenencia, de la lengua materna, de la cultura, de los paisajes y riesgos físicos; que suponen un complejo proceso de reorganización personal y un gran esfuerzo psicológico de adaptación a esos cambios".

Agostí sugiere que la preparación emocional y la paciencia son herramientas esenciales para lidiar con la burocracia de los trámites, la búsqueda de vivienda, la elección de escuelas, entre otros aspectos que pueden surgir al afrontar un proceso migratorio. Además, recomienda que se busque el apoyo y las recomendaciones de personas que hayan vivido la misma experiencia, y que se practique la empatía para comprender mejor la perspectiva de los residentes locales. Estas estrategias pueden ser complementadas con la ayuda profesional para hacer frente a los desafíos que puedan surgir.

Las consecuencias de migrar "no son respuestas anormales, sino respuestas normales a situaciones anormales" que se pueden expresar en manifestaciones psicológicas a nivel cognitivo (dificultades de concentración y atención, preocupación, desconfianza), a nivel emocional y fisiológico (inseguridad, ansiedad, miedo, tristeza, llanto, tensión muscular) y a nivel comportamental (inquietud, conductas agresivas y defensivas, dificultad para dormir y despertarse, pesadillas, pérdida y/o aumento del apetito).

Las profesionales de la salud indican que para reducir el impacto de las consecuencias psicológicas es necesario crear un proyecto realista, "acompañarse de personas especialistas en migración, generar redes de apoyo, contar con paciencia, optimismo, reflexión y tolerancia".

Por su parte, Pellegrini destacó que hay que "considerar a la escuela como institución aliada que puede detectar posibles necesidades de atención psicológica en nuestros hijos e hijas y esto requiere la implicación de la sociedad de acogida, en cuanto a acciones a políticas, sociales y comunitarias para ayudar a la integración del migrante. La integración social, la lengua y los aprendizajes escolares sólo los pueden aprender a partir de relaciones afectivas y sentimiento de seguridad".

El proceso de la adolescencia, donde se resignifica la infancia y se reconstruye la personalidad, creando grupos de pertenencia y una 'separación-rivalidad' ante las referencias adultas y familiares, "sucede en un contexto de migración, el panorama es más complejo. Los hijos e hijas que migran por primera vez en plena adolescencia deberán atravesar un proceso de desculturización y aculturación, como así también, una nueva construcción de identidad de adolescente en el nuevo país", destacó la experta.

 

La escuela a la que asistían las gemelas

 

"Sentirán como toda persona adolescente la presión de pertenecer y ser aceptado por un grupo y sobre todo el proceso de emancipación al mundo adulto en un país nuevo. Es importante estimular, apoyar y acompañar para que consoliden relaciones con sus pares en el interior de la escuela, club deportivo, etc., para contribuir a la integración social y favorece el éxito escolar", indica la especialista.

Una institución clave es la escuela, ya que esta tiene un rol principal al momento de la inserción de una familia a una nueva cultura y, sobre todo, en la integración de las personas menores institucionalizadas.

Como madre y psicóloga, Agostí sostiene que "el sistema educativo también debe fomentar la integración y el biculturalismo, para que la persona inmigrante sea aceptada con su diferencia e igualdad, para aportar y enriquecer al conjunto social. El reconocimiento recíproco facilitará la adaptación".

Y ejemplifica con el programa de educación emocional que funciona desde hace un año en el colegio público al que asiste su hija, que "tiene como misión sensibilizar e informar a niños y profesores sobre temas como acoso escolar, regulación de las emociones, inclusión, consciencia emocional, etc. El colegio ofrece a padres y madres reuniones, donde podemos dialogar con los referentes del programa y encontrar soluciones a situaciones que puedan resultar problemáticas y sobre todo de difícil resolución. Nos sentimos acompañados y asesorados".

Pellegrini complementó su análisis clasificando a "la escuela como una institución viva, conformada por la sociedad, por lo tanto, un reflejo de ella".

Además, Agostí enfatiza la importancia de educarse sobre la diversidad en todos sus ámbitos, incluyendo la diversidad sexual, las neurodivergencias y la migración. Ser diferente en un contexto donde la mayoría es "similar o parecida" puede ser difícil, ya que nuestra sociedad sigue siendo alertada y preparada para huir o atacar, y a menudo las personas diferentes son utilizadas como chivos expiatorios para las culpas y tensiones. En este contexto, pueden surgir reacciones de rechazo que llevan a actos de racismo y xenofobia. Por lo tanto, es crucial que la educación sobre la diversidad se promueva y fomente para lograr una sociedad más inclusiva y comprensiva.

Las tragedias ponen en evidencia problemas invisibilizados y abren el juego a pensar las herramientas que tenemos para su abordaje. Desde este lugar, Pellegrini dice que "la escuela, como sociedad, debe contribuir a superar desigualdades y promover la cohesión social en contextos multiculturales, con estrategias de inclusión e integración y con la participación de las familias".

A la vez, completa, "debe contar con el apoyo de otros agentes e instituciones públicas. Es necesario sensibilizar, hacer pensar, activar la empatía y la solidaridad con campañas preventivas. Como así también establecer sistemas de detección de conflictos o situaciones complejas como medida de prevención, logrando intervenir con rapidez ante cualquier acto racista o xenófobo".

Por último, como madres y profesionales inmigrantes, las especialistas subrayaron la sensibilidad del tema y manifestaron su respeto por la familia y las personas cercanas a las víctimas. Desde esta perspectiva, señalaron que su enfoque se centra en un "análisis general" destinado a preparar al sistema educativo, como una institución fundamental en el desarrollo de la sociedad, para abordar la diversidad de manera adecuada.