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Blinken visita 3 países sudamericanos buscando estrechar lazos

Blinken inició una gira por Colombia, Chile y Perú con la intención de garantizar la cooperación y generar afinidad regional de cara a la Cumbre de la OEA

03 de octubre, 2022 - 22:35

El mandamás de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, comenzó el lunes 3 de octubre una gira por tres países de Sudamérica. Los elegidos son Colombia, Chile y Perú que, recientemente, se encuentran presididos por mandatarios de tendencia ideológica de centroizquierda. Claramente, lo que busca la Casa Blanca es medir el pulso y la consistencia de su influencia en estas naciones que mostraron giros notables en su posicionamiento político regional.

 

Arribo a Colombia

El Secretario de Estado llegó al Palacio de Nariño y su reunión con Gustavo Petro busca medir el ánimo actual de una relación histórica entre Bogotá y Washington. Con el advenimiento de la presidencia de Andrés Pastrana y Bill Clinton, en cuyo ejercicio se firmara el famoso Plan para la Paz o el Fortalecimiento o simplemente "Plan Colombia", se empezó a forjar una sociedad de cooperación político-militar muy estrecha que se mantuvo vigente en las dos administraciones de Álvaro Uribe.

El acuerdo entre ambas naciones se daría formalmente por terminado durante la presidencia de Juan Manuel Santos, aunque a efectos prácticos, el mismo continuó con una exposición ante la opinión pública mucho más discreta. La oportunidad del inicio de un proceso de pacificación y cohesión estadual, resultante del acuerdo con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), tenía que traer aparejado una renovación de la imagen del gobierno y una depuración de las criticadas ataduras derivadas de la influencia norteamericana.

El rápido declive, en su aprobación social, del "uribista" Iván Duque generó el marco contextual propicio para que una coalición de partidos de centro y extrema izquierda erigiera a Petro como el primer candidato que logró derrotar a oponentes ligados al conservadurismo.

 

 

La oficina oval argumenta que la razón de la visita de Blinken está circunscripta a conversaciones sobre los efectos a la fecha, de los Acuerdos de Paz de 2016 y la interminable "guerra contra las drogas" por parte del país sudamericano que además es el primer productor mundial de cocaína. Sin embargo, hay preocupación por parte de Biden y su entorno por el reciente acercamiento entre Colombia y Venezuela, a través de la apertura de fronteras terrestres y el diálogo amistoso entre Bogotá y Caracas. El Departamento de Estado quiere hacer un sondeo de los efectos y términos reales de la rejuvenecida relación y que no sea un condicionante para los intereses regionales de Estados Unidos y, también, hacia donde apunta la nueva visión del presidente Petro en materia de combustibles fósiles y el posible perjuicio a las inversiones de capitales del hemisferio norte en el área.

 

Chile y Boric

Otro halo de incógnita es la visita, a partir del miércoles 5, a la Casa de la Moneda y la reunión con el presidente Gabriel Boric. La intención de Blinken es llevarse un diagnóstico del actual clima social en el país insular. Tras el rechazo a la nueva constitución, Biden quiere la interpretación de su jefe diplomático sobre la solidez que muestra el mandatario trasandino y su gabinete, su capacidad para atender los desafíos que presenta el agitado marco de una ciudadanía disconforme y que podría pasar con los importantes acuerdos de comercio firmados entre ambas naciones años atrás.

 

 

Perú y la OEA  

El pugilismo interminable que reina entre el Ejecutivo y el Parlamento peruano es otra inquietud para Washington. Ya no resulta en gracia la inestabilidad política que predomina en la nación limeña, por lo tanto, Blinken buscará ver hasta donde llegan las causas de los problemas de coexistencia entre ambos poderes con reuniones que involucrarán, tanto, al presidente Pedro Castillo como a legisladores de bancadas opositoras.

 

 

El Secretario de Estado aprovechará su estadía en Lima, desde el jueves 6, para participar de la asamblea anual de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde buscará marcar postura sobre temas como: el conflicto en Ucrania, la crisis alimentaria, las relaciones panamericanas y sobre Luis Almagro, el secretario general del organismo que se encuentra muy cuestionado respecto a su accionar y falta de imparcialidad en relación a los temas de conflicto actuales. En consecuencia, no sería de extrañar sea el 2022 su último año al frente del Foro Interamericano. Sin duda, Washington quiere, en caso de un inevitable reemplazo, un funcionario que sea de su confianza plena.

Lejos quedó el término "patio trasero de EE.UU." para denominar a la geopolítica de la Casa Blanca sobre América Central y del Sur. La disputa de "influencias" está mas vigente que nunca y a Blinken se le recomendó no perder terreno ante otros actores del sistema internacional, como China y Rusia, que no dudarán en tomar un papel mas protagónico en nuestros lares. La actualidad demuestra que ya están en ese camino.