|02/01/23 11:36 PM

Estados Unidos intervendría sobre el embargo de aviones de combate para Argentina

Washington mediaría ante Londres para flexibilizar la postura británica. Se busca frenar la injerencia geopolítica y en materia de defensa de China en la región 

Por Redacción

03 de enero, 2023 - 18:55

Un grupo de expertos en defensa de la Armada de Estados Unidos resaltó, recientemente, la importancia de que Washington dedique más atención y acreciente las relaciones bilaterales con las naciones más insulares de Sudamérica. En la misiva enviada al Departamento de Estado norteamericano, se hizo hincapié en la creciente influencia comercial, financiera, en materia de inversiones y en cooperación militar de China en la región, aunque con mayor énfasis en lo que concierne a Argentina.

Aspectos destacados del informe

Entre los puntos destacados de las recomendaciones dadas, se alienta una inversión conjunta con el Reino Unido en vistas a fortalecer la presencia militar de Londres en el Atlántico Sur. La iniciativa sería con el objeto de disuadir eficazmente cualquier intento de proyección político-militar de Pekín sobre la Antártida y zonas circundantes.

 

Sin embargo, se mencionó como aspecto relevante, para la consecución de una buena colaboración, que debe superarse la “política de seguridad obsoleta del Reino Unido posterior a la Guerra de las Malvinas”, lo que incluiría un cambio de la visión negacionista de Westminster a la adquisición de armamento por parte de Buenos Aires.

Según explicaron los especialistas, la Guerra de Malvinas dejó un legado que va más allá del mero estudio de estrategia, táctica y logística del conflicto o la imposición de un bloqueo efectivo a cualquier equipo sensible que puedan recibir las fuerzas armadas argentinas.

 

Tras el fin de la confrontación en 1982, Reino Unido fue reforzando paulatinamente la defensa del archipiélago y boicoteando los intentos de los distintos gobiernos australes que mostraron algún atisbo de mejorar la capacidad bélica de los militares argentinos.

Sin embargo, desde la marina norteamericana creen que esta política resultó apropiada durante el ocaso de la Guerra Fría y finales del siglo 20, pero con el advenimiento de China sobre diferentes escenarios globales y su desarrollo militar, es menester que Londres flexibilice su postura de embargo a Buenos Aires, en materia de equipamiento armamentístico.

Los expertos argumentan que cualquier programa de fortalecimiento defensivo sobre el perímetro de las islas podría conducir a una definitiva apertura de Argentina al mercado de armas chino. Tal idea, se desprende ante el insistente embargo británico y la apertura de Latinoamérica al comercio amplio con el sudeste asiático. Gobiernos australes de corte populista podrían optar por hacerse de aviones de combate, naves, blindados y otros equipos provistos por Pekín.

 

En sintonía, se sostiene que debido a una situación bastante delicada de la macroeconomía argentina las capacidades de financiamiento de sistemas de armas de envergadura son limitadas. Pese a esto, se advierte, que a mediano plazo ese panorama puede cambiar para iniciar un proceso de modernización paulatino de la capacidad militar de la nación sudamericana.

Se resalta que, lentamente, más sectores de la ciudadanía y la clase política argentina prestan atención al estado de indefensión del país frente a una hipótesis de conflicto y a nuevas amenazas domésticas, como puede ser el narcotráfico.

Intentos de adquisición

“Ante este panorama, Buenos Aires tuvo algunos intentos concretos para adquirir aviones de combate que le permitan a la Fuerza Aérea recuperar la capacidad de control del espacio aéreo ante la baja de los veteranos Mirage, pero que fueron obstaculizados por el Reino Unido”, dicen los expertos.

 

Uno de los puntos máximos de intervención londinense ocurrió en 2019, con el veto a la compra de cazas ligeros KAI FA-50 de Corea del Sur, debido a que estas aeronaves utilizan asientos eyectables “Martin Baker”, cuya licencia pertenece a una empresa de Reino Unido. 

 

KAI FA-50

Un par de años antes, Argentina mostró interés por el caza sueco multirol JAS 39 Gripen pero con celeridad actuó Londres, bloqueando cualquier negociación de adquisición debido a que muchos componentes electrónicos tienen licencia de la corporación British Aerospace (BAe).

 

Ante un mercado occidental muy limitado por la injerencia de Londres, el Ministerio de Defensa de Fernández envió una misión para evaluar los cazas chino-paquistaníes JF-17 Thunder y también existen conversaciones en curso para analizar la fiabilidad de la aeronave india HAL Tejas. 

 

 

Washington entra en la puja

Hace no más de dos meses, Washington gestionó la apertura de un contacto entre Buenos Aires y el gobierno danés para adquirir los conocidos cazabombarderos F16 A/B, los que están próximos a ser reemplazados por Dinamarca, respondiendo a las exigencias de modernización de los países miembros de la OTAN. En simultáneo, funcionarios estadounidenses se encontrarían prontos a dialogar con Reino Unido para que estos aprueben la venta

 

Escasa amenaza al Reino Unido

Por último, la venta de esta tanda de F-16 A/B de primera generación, de la década de 1980 y con una modesta modernización, respondería a las necesidades planteadas por los militares de Argentina en lo que respecta a las capacidades del sistema de armas. Aunque, y sería uno de los instrumentos de Washington para flexibilizar la postura británica, no representarían una amenaza considerable para los modernos cazas del Reino Unido.

 

Reflexión final de los expertos

El informe de los expertos de la marina, que se desempeñan en el Instituto Naval de Estados Unidos, concluye en que la Casa Blanca debe ponerse como objetivo convencer al Reino Unido de que es “hora de reconsiderar su embargo de armas sobre Argentina. Una política de constante estrangulamiento, inclusive sobre equipamiento que ya no se lo puede considerar del más moderno, podría tener como consecuencia una consolidación de la entrada de China en materia de defensa”. Situación que perjudicaría la capacidad de influencia de Washington en el extremo sur del continente.