Estados Unidos envió un durísimo mensaje al gobierno argentino
El Departamento de Estado de ese país cuestionó la decisión de Alberto Fernández contra la Corte Suprema. La administración de Biden sigue de cerca el caso, y esto pondría en riesgo la relación bilateral con nuestro país
Por Redacción
El gobierno estadounidense cuestionó este martes la decisión del presidente Alberto Fernández de proponer un juicio político contra los miembros de la Corte Suprema de Justicia: "Creemos necesario que todos los protagonistas institucionales de la Argentina respeten a la democracia y a la separación de poderes”, expresó un funcionario de ese país, vinculado a la Subsecretaría de Asuntos del Hemisferio Occidental.
Por medio del Departamento de Estado, la administración de Joe Biden se hizo eco de los cuestionamientos del Ejecutivo argentino a dicha medida, que ya cuenta con entrada en el Congreso y podría ser tratada en las próximas sesiones especiales de verano, o en las extraordinarias.
Anthony Blinken, miembro de dicho oficina estadounidense, aseguró que reciben información de manera periódica de lo que ocurre en América Latina y otras partes del mundo, por lo que el 1 de enero tuvieron conocimiento de la decisión tomada por Alberto Fernández en relación al fallo del máximo tribunal, que benefició a la Ciudad de Buenos Aires por los fondos de coparticipación, hecho que derivó en un conflicto con el mandatario nacional.
Precisamente ese día, el primero del año, justo antes de subir al avión que lo llevaría a Brasil para participar de la asunción de Lula da Silva, Fernández comunicaba oficialmente que, junto a varios gobernadores justicialistas, solicitaría el juicio político para el titular de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, con el fin de que "se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones” con respecto al conflicto con la Ciudad, por los fondos de coparticipación.
Junto a Rosatti, el pedido apuntaba también a los otros miembros de la Corte. Este pedido fue compartido en las redes sociales del presidente, con lo que daba comienzo a una disputa entre poderes. Esta medida agregó más tensión a la relación bilateral con Estados Unidos, que siempre había mostrado reservas con la visita que Fernández hizo a Rusia tres semanas antes de que comenzara la guerra con Ucrania.
Sumado a esta reunión con Vladimir Putin, también cayeron mal en la Casa Blanca el viaje del presidente argentino a Pekín, antes de los Juegos Olímpicos, cuando reivindicó al Partido Comunista Chino.