Se complica el lanzamiento
En los últimos meses, Microsoft ha enfrentado obstáculos con algunos de los títulos más esperados para sus consolas Xbox Series. El retraso indefinido de juegos como Black Myth: Wukong y Enotria es solo un ejemplo de los problemas recientes. Pero detrás de estos contratiempos hay un patrón recurrente que afecta especialmente a las versiones para Xbox Series S. Un claro ejemplo de esto lo dio Funcom, la desarrolladora de Dune Awakening, que confirmó que la complejidad de adaptar el juego a esta consola ha sido un factor clave para aplazar su lanzamiento.
Esta situación ha puesto nuevamente a la Xbox Series S en el centro de la controversia, reviviendo debates sobre las limitaciones de su hardware en comparación con su hermana mayor, la Xbox Series X.
Xbox Series S: un rompecabezas para Funcom
En una reciente entrevista con VG247, Scott Junior, Director de Producto de Funcom, explicó que la optimización para Xbox Series S ha sido uno de los principales desafíos del desarrollo de Dune Awakening. Según Junior, esta consola, por su menor capacidad de hardware, obligó al estudio a lanzar primero la versión para PC, donde el margen de rendimiento es mucho más amplio. Adaptar el juego a las especificaciones de Xbox Series S implica un trabajo adicional que, aunque arduo, es esencial para garantizar una experiencia satisfactoria en todas las plataformas de última generación.
Junior resaltó que, si bien Unreal Engine 5 facilita el proceso de optimización, la intención de Funcom es superar lo que el motor gráfico ofrece por defecto, con el objetivo de que Dune Awakening se ejecute de manera fluida, incluso en hardware menos potente. Este enfoque no solo beneficiará a los jugadores de Xbox Series S, sino también a los usuarios de Xbox Series X y PlayStation 5, al garantizar un rendimiento más estable en todas las consolas.
Un equilibrio entre potencia y accesibilidad
Uno de los aspectos más interesantes que mencionó Junior es que Dune Awakening no solo está siendo diseñado para las plataformas más poderosas, sino que también se está trabajando para que funcione adecuadamente en PCs con tarjetas gráficas de generaciones anteriores. Si bien estas versiones no tendrán acceso a las funcionalidades gráficas más avanzadas, Funcom se ha comprometido a mantener una alta calidad visual en todos los sistemas. Este esfuerzo por equilibrar la accesibilidad sin sacrificar demasiado el aspecto visual es un claro ejemplo de cómo los desarrolladores buscan ampliar su audiencia, sin limitar la experiencia solo a quienes poseen hardware de última generación.
El desafío que representa la optimización para Xbox Series S, en lugar de ser una desventaja, podría convertirse en una ventaja para los usuarios, ya que las mejoras realizadas para que el juego funcione en esta consola de menor capacidad podrían traducirse en un rendimiento superior en las plataformas más potentes. Sin embargo, sigue siendo evidente que Microsoft tendrá que abordar de manera más decidida los problemas relacionados con los juegos de terceros para evitar que estos retrasos afecten la confianza de los desarrolladores en su ecosistema.