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Sonamos: dicen que los gamers son un grupo de sexistas y racistas

Un estudio asegura que una parte de los jugadores pierden su identidad individual y caen en actos de violencia dentro de las comunidades tóxicas

Por Redacción

26 de octubre, 2022 - 19:25

Take This es una organización centrada en la defensa de la salud mental en el mundo de los videojuegos. Una de sus funciones consiste en analizar los comportamientos tóxicos de los jugadores. En los últimos días publicó un informe muy preocupante.

 

Sexistas y racistas

Identity fusion and extremism in gaming cultures (Extremismo, fusión de identidades y culturas de juego) es un estudio que plantea que las personas que se identifican como ‘gamers’ son más propensas a ser racistas y sexistas.  Además, analiza el concepto de "fusión de identidades" y su influencia en los sectores tóxicos de las comunidades de jugadores. 

Una de las autoras del estudio, la Dr. Rachel Kowert, expresó que las conclusiones se refieren a una pequeña parte de la comunidad de jugadores que resulta tóxica y muestra signos de que la cultura ‘gamer’ se apodera de las identidades particulares. Sin embargo, aseguró que no intenta sugerir que la gran población que juega es extrema. "Tenemos identidades individuales e identidades sociales. Yo soy Rachel, soy una mujer y soy una jugadora. Me encanta The Witcher. Estas son mis identidades sociales y están separadas. La fusión de identidades se produce cuando la identidad social y la identidad individual se fusionan y no puedes separarlas.... La forma en que se demuestra que la fusión se desarrolla los hace más susceptibles a comportamientos más extremos", explica Kowert.

 

Recolectando datos

La investigación es el resultado de tres estudios donde se encuestó a "cientos de personas" que juegan videojuegos. En estos se analizaron sus creencias, como si cree en el autoritarismo de derechas y sus opiniones acerca de las mujeres y las minorías, entre otros. Además, analizó tres variables individuales: soledad, apego evitativo y apego ansioso. De esta manera se determinó que si bien las comunidades son un medio de interacción social, resultan un arma de doble filo por la existencia de los comportamientos tóxicos.

"Cuando la identidad de los jugadores es el núcleo de lo que uno es como persona, eso parece reflejar lo que llamamos cultura tóxica de los jugadores, que tiende a reflejar más exclusión que inclusión, es decir, cosas como el racismo, el sexismo y la misoginia", expresó Kowert. "Todas estas cosas que sabemos que existen en los espacios de juego parecen estar interiorizadas por aquellos que se identifican muy estrechamente como parte de esa comunidad". 

De cualquier forma, aseguró que no quiere que la investigación se utilice para atacar a los videojuegos. "Creo que los juegos son lugares maravillosos que tienen más cosas positivas que ofrecer que negativas en general y que es importante que tengamos la conversación de que los juegos están siendo aprovechados de esta manera, porque no estamos teniendo esa conversación, y por lo tanto no podemos mitigarla si no la tenemos", finalizó.