Tchia más que un juego es una carta de amor a Nueva Caledonia

Tchia de Awaceb es un juego de aventura de mundo abierto donde el jugador se pone en la piel de una niña que busca rescatar a su padre. Hasta aquí llega el spoiler de la historia, que en un comienzo podría parecer simple aunque luego crece y se pone más profunda, pero dejar ese tema ahí nos permite ingresar en lo verdaderamente interesante del título: pasear y conocer Nueva Caledonia.

Bienvenidos al paraíso

Para aquellos que no saben, Nueva Caledonia es un grupo de islas y archipiélagos en el Pacífico Sur, cerca de Fiji. Y como muchos probablemente sepan poco o nada de este lugar, Tchia es una invitación a conocerlo.

A lo largo del juego, que es un mundo abierto realmente amplio y explorable, nos iremos enterando de las distintas tradiciones culturales de las islas, de cómo vive esa gente y del cariño por su tierra. La ecología, así como el respeto y amor por el prójimo son fundamentales a lo largo de los sucesos que Tchia debe enfrentar.

Respecto al aspecto artístico, si bien el diseño de los personajes es simple y no parece destacar demasiado, esto permite que el énfasis esté en la ambientación. El entorno resulta lo más estimulante, con paisajes naturales que invitan a imaginarse en esos lugares, con puestas de sol en montañas verdes al lado del océano, al arrullo de las olas. Tal vez esto contrasta con el poco diseño y simpleza con las que se muestran las ciudades, que resultan chatas y monótonas, invitando a volver a las raíces.

Al mismo tiempo nos relacionamos con la naturaleza. Tanto sus animales como plantas sirven para narrarnos, de manera ambiental, la historia y actualidad de Nueva Caledonia.

No tan complicado pero tampoco simple

Respecto a la jugabilidad, es muy interesante como están equilibradas las habilidades. Tchia puede saltar, bucear, trepar árboles y usarlos como catapultas para luego usar un parapente y disminuir la caída. También podemos sacar nuestra honda y recolectar cocos luego de dispararles. Todo esto está controlado por una barra de esfuerzo que se agota pero que se puede aprender a nivelar de forma de no correr peligros absurdos.

A la vez, la niña puede poseer objetos y animales, dependiendo de una barra de energía fácilmente recargable. Por eso, por ejemplo, podemos saltar, apuntar a una paloma, controlar su cuerpo y trasladarnos volando. Luego, cuando se nos acabe la energía, podemos usar el parapente para aterrizar con suavidad.

Lo mejor es que el juego está muy bien pensado para que ninguna de estás habilidad haga que otra parezca inservible. Si bien se nota que la principal es la de la posesión,  las otras no pasan desapercibidas y tienen su momento y motivo para brillar.

De cualquier forma, aunque es un título que tranquilamente puede atraer a niños, no pienses en este para los más chicos, por lo menos no en función de los controles. Puede que lleve un poco de práctica acordarse de dónde está cada cosa por lo que podría ser frustrante para los pequeños.

Un buen rato asegurado

Dicho todo esto, Tchia es un juego que vale la pena probar. Ya sea por su ambientación o su libertad, siempre se puede encontrar cosas para hacer, entretenerse o disfrutar. Además, las relaciones de los personajes son atractivas y generar empatía.

Para algunos la cadencia con la que se cuenta la historia puede resultar un poco lenta, pero resulta una metáfora de cómo es vivir en esos lugares. No es lenta, es tranquila, llevando al jugador a no perder toda su mirada en los sucesos, sino que le da tiempo de observar alrededor, intentar entender los rituales y placeres del lugar, los parámetros culturales y morales de sus habitantes y su profundo amor por la tierra que habitan.

Porque, al fin y al cabo, de eso se trata Tchia: de mostrar Nueva Caledonia, su alma, y la profunda emoción que esas islas inspiran en los creadores del juego para, de la mano, transmitirla al jugador. Tchia de Awaceb, como dicen los mismos autores, es una carta de amor al lugar que los vio nacer.

Tchia de Awaceb

Disponibilidad: ya está disponible

Plataformas: PlayStation 4, PlayStation 5 y PC en Steam