Lo dice la ciencia

¡Ja, inesperado! Viajar puede mantener tu cuerpo y tu mente rejuvenecidos

Las vacaciones tienen más beneficios de lo que piensas, alivian el estrés, sino que también podrían ser la clave para mantener una piel sana y un cuerpo más fuerte.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

17 Septiembre de 2024 - 12:38

Viajar mantiene joven. — iStock

Viajar ha sido asociado con numerosos beneficios para la salud física y mental, pero recientes investigaciones revelan que puede ser clave para mantener una apariencia joven. 

Un estudio realizado en la Universidad Edith Cowan, en Australia, sugiere que las vacaciones no solo proporcionan descanso y diversión, sino que también podrían tener un impacto rejuvenecedor en nuestro organismo. Los investigadores han descubierto que el acto de viajar puede influir en nuestro metabolismo, la salud del sistema inmunológico y la regeneración celular, lo que, a largo plazo, podría ralentizar los efectos del envejecimiento.

Fangli Hu, la investigadora principal del estudio, explica que el envejecimiento, aunque inevitable, puede verse influido por nuestras experiencias de vida. Viajar, en particular, ofrece una serie de estímulos que pueden activar respuestas positivas en nuestro cuerpo. Al exponernos a nuevas culturas, idiomas y entornos, desafiamos tanto nuestro cerebro como nuestros cuerpos a adaptarse, lo que activa mecanismos de defensa y autocuración. Esta adaptación es esencial para la regeneración celular y la prevención del desgaste físico. Así, viajar se convierte en una herramienta no solo de descubrimiento, sino también de bienestar.

Viajar produce mecanismos que ayudan a mantenerse joven.

Uno de los principales factores que explican este efecto rejuvenecedor es la respuesta del cuerpo al estrés positivo, o "eustrés", que ocurre cuando enfrentamos situaciones nuevas y emocionantes, como explorar un destino desconocido o interactuar con personas de diferentes culturas. Este tipo de estrés, lejos de ser perjudicial, puede desencadenar una liberación de hormonas que favorecen la reparación celular y la regeneración de tejidos. Además, la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores contribuye a un estado de felicidad que impacta directamente en nuestro bienestar general.

El movimiento físico asociado a los viajes es otro factor crucial, ya que actividades como caminar por ciudades desconocidas, recorrer senderos naturales o simplemente moverse más de lo habitual durante las vacaciones promueven la circulación sanguínea y ayudan al transporte eficiente de oxígeno y nutrientes por todo el cuerpo. Este incremento en la actividad física no solo es beneficioso para los músculos y las articulaciones, sino que también favorece la eliminación de toxinas, contribuyendo a una piel más saludable y a una mayor sensación de vitalidad.

Viajar tiene múltiples beneficios para el organismo.

Más allá de los beneficios físicos, viajar también tiene un profundo impacto en nuestra salud mental. Al salir de la rutina diaria, nos vemos inmersos en ambientes completamente nuevos que estimulan nuestra creatividad y reducen los niveles de estrés. Hu señala que los entornos naturales, como bosques, montañas o playas, tienen un efecto terapéutico comprobado, ayudando a reducir el cortisol, la hormona del estrés, y mejorando el estado de ánimo. Además, la interacción social que se da al conocer a otros viajeros o interactuar con los locales también favorece una mente más activa y alerta, mejorando incluso nuestras habilidades cognitivas.

Según Hu, es crucial que las experiencias turísticas sean placenteras y que se adapten a las expectativas y necesidades de cada persona. Viajar bajo situaciones de estrés o enfrentando constantes complicaciones puede generar el efecto contrario, aumentando los niveles de ansiedad y afectando nuestra salud. Por lo tanto, es importante planificar los viajes de manera que resulten en experiencias positivas, buscando destinos que se alineen con nuestros intereses y preferencias personales.

Incluso las escapadas de fin de semana pueden proporcionar el descanso y la renovación que nuestro cuerpo necesita. Lo importante es asegurarse de que el viaje esté diseñado para brindar bienestar, permitiendo una desconexión de la rutina y una reconexión con uno mismo.