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Otro más: denunciaron a Guido Süller por abuso sexual contra un menor

El mediático habría asegurado a la víctima que lo ayudaría a ser famoso a cambio de tener relaciones y luego lo usó en su restaurant 

Por Redacción

31 de marzo, 2023 - 07:13

Guido Süller fue denunciado por un presunto abuso sexual con acceso carnal contra un menor de 17 años en el partido bonaerense de Escobar. Según la denuncia penal, el hecho se produjo en 2017.

Federico Carlos Acosta en la actualidad tiene 22 años y expresó que conoció a Süller por Instagram, y que se enviaron mensajes “durante un mes” antes de tener un encuentro. Luego de ese tiempo coordinaron para juntarse, y el mediático lo pasó a buscar por Escobar.

Según declaró el denunciante, lo llevó hasta su casa en el Barrio San Lucas, de Ingeniero Maschwitz. "Al llegar a su casa me ofreció alcohol y comida. Empecé a tomar y tomar. Él se acercó y me empezó a acariciar diciéndome que me podía ayudar. Que aproveche la oportunidad, ya que yo quería ser actor o cantante. Yo seguía tomando alcohol hasta que me dijo que si quería triunfar debía acostarme con él. En eso me empezó a sacar la ropa y a acariciarme", recordó.

Posteriormente, agregó: "Yo me sentía mal en ese momento. Le dije que no quería que esa sea la forma, pero me contestó que me relaje, que me deje llevar. Siguió sacándome la ropa, me empezó a tocar mis partes intimas. Yo me resistí pero me quedé duro porque pensé que esa era la forma a llegar a triunfar, y aparte me dio miedo que se ponga violento".

En su denuncia, Acosta agregó que Süller le "practicó sexo oral" y luego le pidió tener relaciones. Como quería "llegar a triunfar en la televisión", accedió. No fue la única vez que se vieron, sino que hubo "cuatro o cinco encuentros más, donde siempre tenían sexo y siempre fue en su casa".

Además, remarcó que Süller le pedía que le "demostrara más amor", pero que nunca lo llevó a la televisión para poder mostrarse como actor o cantante.

Finalmente, expresó que terminó la relación porque el mediático, que utilizaba su casa como restaurant, lo empleaba para trabajar. "Me gritaba, me denigraba, se quedaba con las propinas de los clientes y las pastas las colaba con la misma espumadera que usaba para limpiar la caca de los carpinchos.

"Además, me amenazó con decirles a mis padres que era un alcohólico y que era un gato que me vendía por un poco de fama", contó.