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Mano a mano con el Tanque Hurtado, aquel enorme artillero ecuatoriano

El segundo máximo goleador histórico de su selección analizó el primer choque por Eliminatorias. Además habló de la llegada de Alfaro como entrenador y recordó el 2 a 0 histórico sobre la Argentina por las eliminatorias para Francia '98

06 de octubre, 2020 - 18:14

Eduardo Tanque Hurtado es el hombre récord del fútbol ecuatoriano: vistió 22 camisetas de clubes y jugó 74 encuentros en la selección de su país, participando de las eliminatorias para Estados Unidos '94, Francia '98 y Corea Japón '02. Además, disputó tres Copa América (1993/'95/'97), por lo tanto se transformó en una voz autorizada para hablar del presente del seleccionado tricolor.

No obstante, Hurtado, quien se dio el lujo de vivir en siete países, pasó por el futbol argentino vistiendo la camiseta de Argentinos Juniors durante una temporada (2001), donde tiene los mejores recuerdos: “Empecé el torneo marcándole un gol a Boca en mi primer encuentro. Aunque se perdió, arranqué con el pie derecho”, remarcó risueñamente el hombre de 50 años nacido en Esmeraldas, ciudad ubicada a 317 kilómetros de Quito, capital ecuatoriana.

En una charla intima, el Tanque habló con Diario El Ciudadano sobre la llegada de Gustavo Alfaro como entrenador del Tricolor, de su corto paso por el fútbol argentino, la vez que sufrió el apriete de la barra brava del Bicho y hasta del racismo.

- Tiene una larga carrera futbolística con pasado en clubes de su país, México, Suiza, Chile, Estados Unidos, Escocia y Argentina. ¿Qué recuerda de su paso por Argentinos Juniors?

- La verdad que fue muy bueno. Me encontré con un grupo de compañeros que desde el primer momento me brindaron ese calor humano para sentirme bien, empezando por el entrenador, Sergio Bocha Batista. Fue algo maravilloso. Tuve mucho respaldo de los hinchas. En el plano futbolístico, también fue muy bueno. Empecé el torneo marcándole un gol a Boca en mi primer encuentro. Aunque se perdió, arranqué con el pie derecho. Me hubiese gustado quedarme mucho más tiempo en la Argentina pero me llegó una propuesta del Hibernian (Escocia). La analicé y fue una oportunidad de pegar el salto a Europa, así que decidí ir para esos lados.

- Dijo que le hubiera gustado seguir un tiempo más en nuestro país. ¿Lo seducía jugar en Boca o River?

- Me hubiera gustado seguir en Argentinos. Boca y River son equipos muy grandes. Por ende, hay mucha más presión que en el Bicho de la Paternal. Hubiese preferido seguir allí y ganarme el corazón de sus hinchas. No me llamaron de otros clubes de Argentina. Uno siempre sueña con llegar a Boca y River, pero primero tienes que hacer un muy buen papel en los clubes denominados chicos. Entonces, no tuve el tiempo suficiente para destacarme y lograr eso.

- Pudo jugar en la Bombonera. ¿Qué se siente pisar ese campo de juego?

- Es extraordinario jugar allí. También, jugar en el Monumental. La diferencia es que el estadio de Boca está bien cerradito y se mueve toda la cancha. La verdad es que como futbolista me siento orgulloso de haber estado en ambos campos de juego. La Bombonera causa mucho miedo, especialmente cuando uno trata de sacar un buen resultado. La presión que se siente, la hinchada que empieza a saltar es un sentimiento único. Cuando te marcan un gol y empieza la hinchada local a alentar, a saltar, causa un poco de temor. Pero para el visitante es una motivación de saber que estás ahí.

- Esta semana Ecuador visitará a Argentina. ¿Con qué equipo ecuatoriano se enfrentará el seleccionado de Scaloni?

- Es un seleccionado que se está armando. Estuvimos dos años sin tener un cuerpo técnico. El profesor Gustavo Alfaro llegó para ilusionarnos porque Ecuador no ha tenido esos entrenamientos para que podamos empezar bien las eliminatorias. Hay un grupo de futbolistas de mucha experiencia que Alfaro esta tratando de mezclar con juveniles que se destacan en el exterior. Esa es la parte que más nos ilusiona para estar tranquilos y sacar un buen resultado en Buenos Aires. Es muy difícil pero la idea de Alfaro es poner bien el equipo. Siempre es difícil enfrentar a la Argentina y más de local.

- Usted jugó en el 2000 un choque por eliminatorias en Buenos Aires para el Mundial de Corea Japón...

- Si, lo recuerdo. Estuvimos muy cerca de poder lograr el triunfo. Perdimos 2 a 0 pero le hicimos un muy buen juego. Siempre es difícil Argentina. Lo sabemos porque tiene grandes jugadores. Ir a jugar allá contra el local es complicado, tenes que tomar todas las precauciones porque si no la vas a pasar mal.

-¿Considera que Alfaro es el entrenador adecuado para este momento?

- En Ecuador necesitábamos un entrenador que viniera a trabajar y a hacer bien las cosas. Alfaro tiene su curriculum y va a depender de su trabajo. Si, es él técnico que nosotros queremos. Llegó acá y se puso la camiseta Azul y Roja. Creo que es el indicado para hacer un muy buen papel en las eliminatorias.

- Antes hubo otro argentino, Gustavo Quinteros. ¿Qué análisis hace de su paso por el seleccionado?

- Fue muy bueno. Tuvimos grandes entrenadores como Pacho Maturana, Hernán Bolillo Gómez y Quinteros. Él vino e hizo bien las cosas en Emelec. En el seleccionado ha demostrado sus conocimientos que, al futbol ecuatoriano, le sirvió para ir mejorando día a día a nivel de jugadores y de clubes.

- ¿Qué recuerdos tiene de aquel partido histórico ante la Argentina en Quito con victoria por 2 a 0 de cara al Mundial de Francia 1998?

- Si, los mejores recuerdos. En la previa al partido recibí la visita de mi papá en el hotel donde concentrábamos en Quito. Le prometí que ese día iba a marcar un gol y se lo dedicaba, sabiendo donde estaba ubicado en la tribuna. Le pedí a Dios tres piques durante el encuentro para poder convertir. Lo mas curioso fue que ya había tenido dos oportunidades y no llegué a concretar, entonces empecé a preocuparme y ya estaba moralmente derrotado. En el tercer pique, con una gran pase de Alex Aguinaga, acomodé la pelota y con un zapatazo marqué el segundo tanto definitivo.

Al término del encuentro me largué a llorar frente a las cámaras recordando la promesa que le había hecho a mi padre y al final, cumplí. Fue muy emotivo. En la semana previa se habló mucho de que la pelota no doblaba (por la altura en Quito). Por ende, la selección Argentina era la favorita. Entonces, fue maravilloso ganarle a semejante equipo y cortar una racha histórica sin triunfos por eliminatorias ante ese rival. Fui participe de darle una gran alegría al pueblo ecuatoriano.

- En la actualidad existen actos de racismo y se ven más seguido en el deporte. ¿Usted sufrió estos sucesos en nuestro país?

- No, para nada. Nunca sufrí racismo en la Argentina. Ni Eduardo Bennet tampoco lo sufrió, de ninguna hinchada. Siempre fuimos llamados negros pero con cariño. No era de una manera despectiva sino cariñosa.

- ¿Aprietes de la barra brava de Argentinos sufrieron alguna vez?

- Si, sufrimos una vez. Después de un entrenamiento, llegó un grupo de “chicos” a encerrarnos y hablar con nosotros. Se portaron bien y estuvieron a la altura. Conversaron especialmente con Sebastián Pena que era el capitán, el Diablo Monserrat y les dijeron que iban a seguir respaldando al grupo. Nos dijeron: 'Ustedes tienen que entrenar bien y jugar tranquilos, lograr resultados porque nuestro respaldo lo van a tener'.

- Se habló en su momento de que Arturo Mina habría sufrido actos de racismo en River. ¿Fue solo un rumor o es cierto de que padeció esos hechos?

- No tengo quejas de racismo en la Argentina. La gente me trató super bien. Espero que lo de Arturo no haya pasado, porque la gente siempre se portó bien conmigo y con mi familia. Si le pasó a Arturo fue porque la gente estaba enojada y le habrán gritado algo, pero desconozco si pasó o no.

- Un partido muy recordado entre Argentina y Ecuador fue camino a Rusia 2018 cuando el seleccionado de Sampaoli debía ganar si o si para clasificar al Mundial. ¿Creían ustedes que Argentina no ganaba?

- Si, lo recuerdo muy bien. Fue en Quito, una noche para el olvido para nuestra selección. Tenemos muy buenos jugadores pero siempre hemos tenido como aliados a la altura. Nunca nos imaginábamos que esa noche Argentina iba a jugar tan bien con Messi que marcó tres buenos goles. Nos sorprendió lo que corrió el rosarino bajo esas circunstancias. Ese partido nos dejó una enseñanza: 'Nunca hay que confiarse porque Argentina es del llano y nos puede ganar por más que este jugando en la altura'. Entonces, lo tomamos como un aprendizaje para que no vuelva a repetirse.

- ¿Pensaban que había algo extraño detrás de ese partido para que Argentina clasifique si o si a la Copa del Mundo?

- No, yo confió en los futbolistas de la selección de ecuador. No somos de creer que hubo algo raro. Jugar contra Argentina con Messi en cancha es difícil y perder son cosas que pueden pasar. Por eso, la motivación de Ecuador era tratar de salir a ganar, de pegar el batacazo pero tuvieron una noche para el olvido.

- ¿Maradona o Messi como el mejor de todos los tiempos?

- Maradona sin dudas. Son dos etapas diferentes pero me quedó con Diego. Creo que durante su carrera hizo cosas increíbles. El hecho de haber jugado en el Barcelona de España, en Argentinos, en Boca, en Napoli de Italia es algo extraordinario y en todos los clubes lo hizo bien.

- ¿Cómo está la situación del coronavirus en Guayaquil?

- Ya liberaron bastante. Los restaurantes pueden estar ocupados con un 50 por ciento de gente. Van aflojando de a poco. En Quito, la situación está más complicada pero mejor que hace algunos meses con esas terribles imágenes que se veían. Hoy, los autos circulan con normalidad. Las discotecas no las abren. La gente camina un poco más liberada. Pero hay temor que pueda haber un rebrote.

- ¿A qué se dedica ahora?

- Sigo ligado al fútbol. Estoy trabajando en la Prefectura de Guayas (provincia en la costa del Pacifico) con escuelas de futbol, trabajando por la aplicación Zoom. Estoy dando mis primeros pasos como entrenador formando juveniles. Siempre vinculado al futbol, imposible que no esté en el medio después de 25 años de carrera.