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Lupa sobre Pablo Aimar: su filosofía de vida y 'amor' por el fútbol creativo

El exfutbolista y entrenador argentino que actualmente dirige a la Selección argentina Sub-17, reveló en diversas entrevistas, gran parte de los 'secretos' que lo han conducido al éxito 

Por Redacción

18 de enero, 2023 - 10:58

Pablo César Aimar sigue sorprendiendo por su habilidad para compensar ánimos dentro del plantel de un equipo y al mismo tiempo, saber sacar lo mejor de cada jugador para que integre en lo colectivo.

El payasito se ganó el respeto y el amor de propios y ajenos, sin importar el color de la camiseta. Esas ‘medallas’ lo acompañaron en su etapa de futbolista, pero lo más importante es que no lo abandonaron en su actual etapa como entrenador.

El actual dirigente técnico de la Albiceleste mostró hasta ahora un bajo perfil, ubicándose incluso por detrás de Walter Samuel y Roberto Ayala.

Aimar incluso, estuvo con Scaloni el día que llegó el llamado ofreciéndoles tomar como interinos el mando que había dejado Jorge Sampaoli.

En este 2023, el Payaso entrará nuevamente en acción cuando el 30 de marzo comience el Sudamericano Sub 17 en Ecuador. La competencia dejará cuatro boletos para el Mundial de la categoría que se celebrará en Perú desde el 10 de noviembre del corriente año.

El exfutbolista, no solo infunde respeto ‘puertas para adentro’ es decir con quienes trabajan día a día con él, sino también con el mundo en general, cada vez que le tocó hacer alguna declaración mediática; espacio que usó siempre con una mesura y claridad destacables.

El mundo del fútbol, pero también en toda la esfera, existen personas que se preguntan: ¿Cómo piensa el Pablo Aimar DT?, ¿Qué secretos están detrás del rol que ocupa en el banco de suplentes? ¿Cuál es el ‘manual’ del éxito del Payasito?

En un resumen, recopilando diversas entrevistas y declaraciones, Pablo Aimar ha dado pistas suficientes de su creencia en una paleta de temas que atañen a la actualidad. Quién busque obtener respuestas para descifrar su misteriosa y exitosa figura, debería tenerlas en cuenta…

 

Las redes sociales y la juventud

“Hay que entender el mundo en el que vivimos, en el que eso es de todos los días. Los grandes jugadores también tienen redes, también cuentan su vida. La distracción existe en eso y en otro montón de cosas que existían en nuestra época desde otro lugar. Hay que naturalizarlo, es el mundo en el que vivimos hoy. Yo sí hay algo que les digo, de no apurar la exposición. La exposición llega. En Argentina vos jugás más o menos bien al fútbol y la exposición te llega. Y no es para tanto la exposición... Explicarles que, pienso, no es algo fundamental. Si jugás más o menos bien al fútbol en Argentina eso de que te conozcan y opinen de vos va a llegar. Esperá un poquito, no pasa nada si no llega ya”.

 

Creatividad vs. fútbol salvaje

“Nosotros sí jugábamos tres horas después. ¿Por qué? Porque el mundo era otro. Hoy los chicos sólo juegan ese rato que van al club. Antes vos al club ibas a que te acomodaran un poco. Te decían, bueno, podés ser lateral derecho. Pero cuando jugabas salvaje, en la calle, nadie te decía que en el área no tiraras un caño. Te acomodaban en el club, pero el caño ya lo sabías tirar. Esa parte salvaje, hoy la mayoría de los chicos no la tienen. Creo que en el club, lo que podemos hacer nosotros, es darles un poco de ese juego puro. Jugabas tres horas en la calle y el aprendizaje era inconsciente, sobre todo en temas de coordinación. El rato que van al club tiene que estar mucho la palabra juego”.

 

Gambeta por sobre todas las cosas

“Los chicos no tienen esa otra parte que es la de la calle. Si tenés esas dos o tres horas jugando en otro lado, es normal que en el club te acomoden y te hagan ejercicios a dos toques. Nosotros íbamos al club y nos decía, hace esto a dos toques. Pero en la calle ya habías hecho todo lo otro. Pero si vos vas, y esa hora y media en el club haces todo a dos toques, es normal que ninguno gambetee el fin de semana”.

 

Indumentaria de la Selección argentina ‘las 24 hs’

“Lo primero que sentís cuando llegas al predio es que es un lugar del que no te querés ir. Es una ropa que hay familias que la pagan en 24 cuotas y a vos te la dan para entrenar. Es un privilegio muy grande. Un jugador de la selección juvenil tiene que tener muchas ganas de representar al fútbol argentino y dar todo por eso. Muchas ganas de cumplir el sueño de vestirse con la camiseta de la Selección. No son solo chicos que juegan bien, sino que tienen que tener un comportamiento adecuado a una delegación que representa al deporte popular del país”.

 

El ejemplo de Guardiola

“Guardiola hizo que muchos equipos intentaran darle un trato muy bueno a la pelota. Decir ‘este juega bien, este juega bien y este juega bien’, vamos a ponerlos juntos. No se empezó a preguntar si era uno u el otro porque juegan los dos de lo mismo. Lo del juego de posición que hacen los equipos de Guardiola es maravilloso, me encanta de ver, soy un eterno admirador, pero no creo que con chicos de diez años haya que hacerlo. Porque a (Riyad) Mahrez lo dejaron gambetear, por eso hoy se queda ahí esperando jugar un mano a mano. Bah, lo dejaron cuando tenía diez años o no le dio bola al técnico que le dijo no gambetees, no sabemos”.

 

Juego y no trabajo en el fútbol juvenil

“Intentamos sacar la palabra trabajo cuando estamos ahí con esa ropa, en esas canchas. Intentamos retrasarle el momento en el que eso deja de ser un juego puro, como es cualquier otro juego. El fútbol es eso, un juego. En equipo, con todas las estrategias y tácticas, que eso también es verdad. Que requiere una ejercitación. Hay un montón de otras cosas que van a influir en que él deje de tomarlo como un juego solamente. Aunque los grandes fenómenos de toda la historia nunca dejaron de verlo como un juego. Después hay otros a los que se les hace más difícil, que lo disfrutan menos, he escuchado jugadores que sufren, que no la pasan bien. Es difícil jugar bien al fútbol si no la estás pasando bien, porque es puramente un juego. Si estás jodido jugando a la escondida, te vas”.

 

Una orden bien clara para sus dirigidos

“¿Están obligados a algo? A pasarla bien, a disfrutar de lo que están haciendo, del lugar en el que están. Obligados no... Les gusta el lugar, les gusta jugar al fútbol, por eso están ahí. En algunos de los primeros entrenamientos alguien les dijo: ‘Bueno, serios porque estamos trabajando’. Yo creo que no. Mi opinión es que en edades jóvenes –y siempre recalco lo de las edades jóvenes porque en adultos es diferente porque entran a jugar otras cosas– creo mucho más en la improvisación, en el juego, en el disfrute, en los ejercicios más fáciles. Pero si vos les decís ‘venimos acá para disfrutar’ y lo que hacemos es 800 pasadas de 4 mil metros, es difícil. No es tan fácil disfrutar eso. Los chicos que van a jugar al fútbol, me imagino. querrán jugar al fútbol. Intentamos propiciarles un ejercicio y un entorno donde puedan pasarla bien haciendo lo que les gusta, que es jugar al fútbol”.

 

Hay que disfrutar…

“El resultado después depende de un montón de cosas, pero creemos que en esta actividad buenísima, que es entrenar chicos jóvenes, deben disfrutar el proceso, que se lleven de ahí la sensación de haberla pasado bien. ¡Y no es poco pasarla bien! No es poco pasarla bien haciendo algo sano, haciendo algo al aire libre, aprendiendo, creciendo”.

 

La función del azar

“El fútbol es el que más ligado al azar está, el que más cosas no dependen de vos solamente. Hay veces que una situación sucede, que no depende ni siquiera del arquero que no ataja el penal sino del otro que pisó mal. Y el partido cambió. Cuando perdés, no podés hablar de la suerte. Por eso cuando ganás está bueno que diga tuvimos suerte también, tuvimos cosas que no dependías de nosotros y nos beneficiaron. Muchas veces que ganas hay cosas que no dependen de vos. Para mí el fútbol es el más popular porque tiene muchísimo de eso (azar)”.

 

 

La emoción y su importancia para jugar a pelota

“¿Cuánto es lo emocional? Un montón, no sólo en el fútbol. El técnico que consiga que su equipo juegue como los cinco minutos posteriores a ir perdiendo 3-0 y empatar 3-3, ese subidón emocional está solo ahí. El que consiga hacer que su equipo juegue siempre como ese ratito... O, por ejemplo, un arquero ataja un penal a los cinco minutos, es imposible que ataje mal después. Tiene el autoestima...”.

 

El jugador y su familia

“Para todos, nuestra familia es nuestro apoyo. Donde volvemos sobre todo en los momentos malos. Su sostén, lo principal en cualquier persona. Pero en ese rato están solos, sin un grito, sin esa palabra presión, que puede sufrir alguno de ellos teniendo la familia ahí mirando todo el tiempo lo que hace. Le pasará a una chica de tercer año del colegio que no debe estar queriendo que el padre vea cómo rinde matemática. Bueno, los chicos que están jugando al fútbol es más o menos lo mismo”.

 

Vía libre para los creativos

“En los últimos años ha cambiado mucho el fútbol. No puedo decir ni para mejor ni para peor. Han cambiado incluso las reglas. Creo que eso va a seguir cambiando buscando la velocidad, la inmediatez. Al final los chicos de hoy no sé si ven un partido entero, ven las mejores jugadas y están informados, ven los 30 o 40 goles de una liga en 7 u 8 minutos. Hablando del fútbol que jugábamos nosotros, si tengo que decir algo, por ahí se improvisaba más. Con lo bueno que tiene eso y con el punto en contra. Es una mezcla: dentro de un orden, a los que quieren crear y tienen el don de crear hay que facilitarles eso, dejarlos, intentar no censurarles esa creatividad”.

 

El respeto por sobre todas las cosas

“Los valores tienen al final que ver con el respeto. Yo también me enojé alguna vez con un árbitro y me echaron, estuve mal con él. La cuestión es volver de ahí. Volvé pidiendo perdón o reconociéndolo. Los valores tienen que ver con eso, con el respeto por la gente, por el trabajo que hacen, por verlo, por reconocerlo. Si 25 chicos tiran la ropa al piso, hay uno que levanta 25. Si cada uno tiene su canasto, hay uno que levanta una sola. Lo entienden a los ocho segundos, no va mucho más lejos que eso”.

 

Entramiento y juegos

“Hacemos juegos que no tienen que ver con el fútbol, adaptándonos a la generación que son. Ellos tienen que filmar algun sketch o algún baile. Un chico de Catamarca, con uno de La Pampa, que juegan en diferentes equipos y sólo se encuentran ahí, en los torneos, tienen alguna prenda para que se vayan conociendo, vayan haciendo grupo. Lo filman y lo mandan al grupo de los profes. Los profes eligen cuál fue el mejor. Para pasar el tiempo y que ellos también se expresen y dejen de pensar que están haciendo algo más que jugar”.

 

Cambalache futbolero

“Con el tiempo empecé a ver que todo era parte del juego, que tenía cosas para decir y que el fútbol me daba la oportunidad de que alguien me haga una nota, que haya gente que me quiera escuchar. Empecé a hablar un poco más. Renegaba mucho de eso (de ser “héroe” para la gente). Después hubo un tema de crecimiento y te vas dando cuenta cómo se vive el fútbol acá. Renegaba de eso, decía voy a cargar nafta y el de la nafta me dice dónde iba el tiro libre. Pero es como vivimos acá. No disfrutas tanto del elogio como sufrís las críticas y vas conviviendo con eso. Con esa sensación de que cualquiera te va a decir dónde era que había que patear el penal. Con el tiempo decís, no te vuelvas loco. Te va a putear el de Boca en la calle, no te enojés. Él no está viendo a un chico de 18 años, está viendo a un rival. No es fácil manejar eso con calma. Después sos más grande, decís este loco está insultando esta camiseta, no a mí”.

 

El balón es una granada en el fútbol argentino

“A veces el de afuera te hacer ver que es eso (una granada). A veces se condena mucho el error, públicamente con descalificaciones, memes y mil cosas. Hay equipos que intentan que la pelota vuelva a ser una pelota y ahora cada vez más, hay una ola de entrenadores. También están los resultados, los entrenadores que ganan cuatro o cinco partidos es como que van pudiendo jugar así. Si intentás jugar y no ganás esos partidos, lo más probable es que no sigas, que la gente pierda la paciencia. Pero es difícil de explicar que el arco es 7x2 y meterla ahí es más difícil que sacarla de ahí. Hasta eso es difícil de explicar”.

 

Manejo de presiones

“Nosotros estamos todo el tiempo intentando transmitir que estamos viviendo un momento maravilloso. Esas dos horas que uno está en el césped, al aire libre. Ellos ven que nosotros estamos pasando un buen momento, que estamos dando todo lo que tenemos, siempre transmitiendo eso. Uno está jugando al fútbol, no sé si hay motivos para guardarse algo. Las presiones llegan más adelantes. Intentamos retrasarles la palabra trabajo y la palabra presión. Extender mucho más la palabra juego, pero jugando”.

 

El juego por el juego mismo

“Hoy tienen menos el jugar por jugar; y jugar por jugar es maravilloso. A primera llega uno de cada cien. Le sacamos ese jugar por jugar, libre de toques y le estamos sacando el juego. Por ahí suena medio romántico, pero le estamos poniendo reglas a la escondida. Imaginate que te decían ‘te podés esconder acá nada más’, ¡no jugás más! Para mí no se entrena igual a chicos que a adultos. Algunas cosas sí, pero en otras un chico de 14 años tiene que ser salvaje, libre de toques. Con el tiempo las cuestiones tácticas se incorporan, pero vos para hacer un movimiento táctico o recibir una pelota, tenés que tener con qué quedártela”.

Fuente: Todo Pasa (Radio Urbana), Marketing Registrado (Fox Sports), Proyecto Alma (Canal A), Contar la vida (DeporTV), Charla con entrenadores en la Fundación River, Entrevista con estudiantes de periodismo (Deportea)