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Hinchas argentinos en Madrid sufrieron la derrota de la Scaloneta

El golpe ante Arabia Saudita no pasó desapercibido en otras partes del Mundo. A pesar de la caída, confianza es lo que sobra

22 de noviembre, 2022 - 19:49

LUCAS GATTI

ENVIADO ESPECIAL A QATAR 2022

Este martes, el centro de Madrid, capital española, fue invadido por un grupo de argentinos entusiasmados y alegres ante el debut de la Scaloneta en la Copa Mundial de Fútbol. En un horario poco habitual, muchos hinchas se reunieron en la Sala Cats, una disco ubicada en la calle De Julián Romea 4, en pleno centro madrileño. 

El reloj en tierras españolas marcaba las 11 am. Un comerciante de feria, un estilista, un transportista de materiales de obras, una psicóloga y un cocinero fueron algunos de los 400 compatriotas que, en su mayoría residentes en Madrid, le dieron vida a un encuentro genuinamente argentino en un recinto situado a poco más de tres kilómetros del Estadio Santiago Bernabéu.

El encuentro fue programado con una semana de anticipación al debut de la Scaloneta, El organizador del evento, Leonardo Polzella, activó el grupo de Whatsapp de los argentinos y las redes sociales Facebook e Instagram, y rápidamente el interés se multiplicó de tal manera que tuvieron que advertir que la capacidad máxima del lugar era para 1500 personas, que la entrada costaba 10 euros por cabeza e incluía un refresco o cerveza o gaseosa. Además, la única condición que pusieron fue que sólo “se ingresaba con indumentaria argentina” y adelantaron que iban a cerrar las puertas cuando el sitio alcance la capacidad permitida.

“La única condición fue que no vengan con camisetas de clubes argentinos porque es una fiesta puramente de la Selección”, contó Polzella.

Allí, los presentes se juntaron para ver en pantalla gigante el debut del combinado Albiceleste y de Lionel Messi en Qatar 2022, tras su partida de España hace una temporada y media. El encuentro se extendió hasta las 13, una hora después de haber observado la dura derrota del equipo de Lionel Scaloni frente a Arabia Saudita en Qatar 2022.

"Hemos organizado una fiesta con todos los condimentos que consideramos fundamentales para vivir una experiencia única de lo que significa la pasión futbolera para el hincha argentino. Hubo cervezas, fernet, bombos, redoblantes y mucha música, pero la derrota nos arruinó la fiesta", se lamentó Polzella en diálogo con Ciudadano News. 

Este porteño nacido en Mataderos, es hincha de Boca y el encargado de organizar los encuentros de simpatizantes Xeneizes en el consulado de Madrid, donde vive desde hace 11 años. “Acá llegué en el 2011 escapando de la crisis económica que padecimos en esos años”, recuerda Polzella que trabaja como estilista.

 “Arrancamos con esta iniciativa en el Mundial del 2014. La seguimos en la Copa América 2021 que ganó Argentina y continuaremos durante esta Copa del Mundo”, remarca el porteño que dejó en claro qué a pesar de la derrota en el debut de la Albiceleste igualmente transmitirán los restantes cotejos de Argentina del Grupo C, el sábado 26 ante México y el 30 frente a Polonia.

Con tres pantallas en el interior, la Sala Cats, reconocida en Madrid por ser ícono de la identidad argentina, fue escenario de alegrías y tristezas. Ni bien comenzó el juego, el bar impuso sus reglas. Aunque no estaban escritas, los asiduos al lugar las conocen de memoria. Una vez que el árbitro Slavko Vincic pitó el comienzo del partido, se circuló rápido y con la vista concentrada en no tirar ninguno de los vasos transportados. Además, caminaban con la cabeza gacha para no interrumpir la visión de ninguno de los espectadores. 

Durante el primer tiempo, varios de los que estaban parados en la barra arriaron sus banderas y caminaban por el recinto, dando por descontado un triunfo argentino, que nunca llegó, ante la sorprendente Arabia Saudita. 

El tempranero gol de Messi de penal hizo delirar a todos los presentes que al mismo tiempo que revoleaban sus casacas entonaron el grito sagrado “que de la mano, de Leo Messi, todos las vuelta vamos a dar”. El cántico se escuchó tan fuerte como si estuvieran en el mismísimo estadio Lusail, donde se llevó a cabo el cotejo.

En el entretiempo, hubo un momento dedicado a Diego Armando Maradona. Resulta que en las tres pantallas que había en el recinto se proyectó un video con las mejores jugadas del "10" y de fondo sonaba la canción “La mano de Dios” de Rodrigo, mientras que los presentes deliraban y cantaban con mucha efervescencia.

Todo era una fiesta hasta que en una ráfaga de cinco minutos llegaron los dos goles de Arabia Saudita y cayeron como un baldazo de agua fría. Los compatriotas se miraban entre sí y no podían entender lo que estaba sucediendo. Los cánticos desaparecieron, los insultos se hicieron notar, aunque los bombos seguían sonando para alentar igualmente al elenco argentino.

La desazón era total. Y la decepción aún más. Ningún hincha se imaginaba lo que estaba sucediendo. De estar ganando 1 a 0 a perder 2 a 1. Tras las dos chances desperdiciadas de Lautaro Martínez y Nicolás Tagliafico, el público volvió a cantar y la esperanza resurgió. Pero con el correr de los minutos, el fuego de la pasión argentina se fue apagando hasta que el juez eslovaco pitó el final del encuentro. 

“Me quiero matar”, dijo Eugenia Gribaudo, psicóloga porteña que reside en Madrid hace 20 años. Llegó a España en enero de 2002 escapando del corralito. Probó suerte en Salamanca y hace unos años se encuentra en la capital española en busca de un futuro mejor. “Estábamos entusiasmados y con mucha fe, pero esta derrota nos deja casi afuera”, se animó a pronosticar.

“Si me lo cuentan, no me lo creo”, deslizó Gabriel Fecha, un comerciante de 55 años que se encuentra en Madrid desde 1992 junto a su mujer Alicia, y a sus dos hijos, Alex y Sofia. El oriundo de Parque Patricios reside en San Fernando de Henares, en las afueras de la capital, y se mostró desilusionado con el rendimiento mostrado por el elenco argentino.

“Estoy desilusionado con lo que mostró hoy la Selección nacional, pero creo que de cara a los partidos que vienen estará en condiciones de afrontarlos de la mejor manera para intentar clasificar a los octavos de final”, cerró. 

El encuentro de argentinos en un bar de Madrid comenzó siendo una fiesta y terminó con mucha decepción, bronca y en un estado de máxima incertidumbre de cara al futuro.