Franco Armani, el único convocado del "Producto"

Franco Armani es el único representante del fútbol argentino en la lista de 26 jugadores que hizo oficial este viernes el director técnico, Lionel Scaloni. Todo un síntoma para analizar y replantear muchas cosas. 

"El Producto", como se la llama habitualmente a la Liga Profesional, vuelve a quedar en el ojo de la crítica por este detalle. ¿Está devaluado el certamen local o los grandes futbolistas nacidos en nuestro territorio emigran para hacer rápidamente una diferencia económica?

Si bien es cierto que el fútbol se ha globalizado en las últimas décadas, se está dando una variable totalmente opuesta, por ejemplo, a lo que sucedió en el certamen de 1978, justamente disputado en Argentina. En aquella oportunidad, César Luis Menotti convocó a un sólo jugador del exterior: Mario Alberto Kempes. 

Al entrenador, Lionel Scaloni, poco le debe importar esta mirada. Él convoca a los que cree que son mejores, sin importar la liga y el club donde jueguen. De hecho, hace poco Marcos Rojo confesó que volvió al fútbol argentino, más precisamente a Boca, para tener rodaje y poder mostrarse. Por lo cual, Argentina sigue siendo un torneo visto y competitivo. 

Pero si de competencia justamente hablamos, la más importante se encuentra en Europa, más que nada en ligas como la inglesa, la española, la italiana, la alemana y en el último tiempo, la francesa. 

Allí están los máximos futbolistas. No por nada, desde 2012 que ningún equipo de Sudamérica puede coronarse campeón del Mundial de Clubes. Corinthians de Brasil fue el último, venciendo por la mínima al Chelsea. Mientras que el último antecedente argentino fue en 2003, con el Boca de Bianchi venciendo por penales al Milan, en el certamen donde todavía era denominado Copa Intercontinental.  

Todo cambió. Argentina, como liga, deberá replantearse muchas cosas. Está claro que económicamente no puede competir con potencias internacionales. Pero será clave retener lo que más pueda a sus futbolistas más preciados, no sólo para el espectáculo, sino para hacer crecer la competencia doméstica.