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Carlos Salvador Bilardo, el hombre que se olvidó de vivir

Amado y criticado con el mismo fervor, este 16 de marzo cumple 84 años uno de los grandes personajes y hacedores del fútbol argentino

16 de marzo, 2022 - 19:13

“De tanto correr por la vida sin freno
Me olvidé que la vida se vive un momento
De tanto querer ser en todo el primero
Me olvidé de vivir…”

 

Carlos Salvador Bilardo se siente muy identificado con Me olvidé de vivir, canción interpretada por Julio Iglesias en la década del 70. Un hombre que dejó de lado cumpleaños, vacaciones e incluso la crianza de su hija Daniela, y puso en peligro su relación con Gloria, su esposa, como bien lo muestra la docuserie furor Bilardo: el doctor del fútbol

El Narigón, incluso por estas épocas, con la historia juzgada y con la medalla dorada conseguida hace casi 36 años en México, sigue cosechando amores y odios. Una grieta más en el país. Un hombre que cruzó en varias ocasiones límites que van más allá de lo deportivo y rozan lo inmoral. El ganar como sea, el ser primero y nada más, el conocer las trampas o los vacíos legales de un reglamento. Nada más argentino que esto último. 

Lo que es innegable, aunque muchos lo quieran minimizar, es que el Doctor fue un adelantado a su tiempo. Pionero del 3-5-2, sistema táctico ejecutado por su Selección en México 1986 y copiado por Alemania en Italia 1990, y que por estos días muchos equipos del fútbol argentino lo siguen utilizando. 

Y mucho más su obsesión por los videos y el estudio a los rivales, algo que Bilardo utilizó incluso con las limitaciones tecnológicas de la época. Siempre se las ingenió para conseguir partidos completos para luego mostrárselos a sus dirigidos. Hoy, no existe ningún cuerpo técnico profesional que no tenga entre sus integrantes un analista de video. 

Si bien dejó un legado inmenso, recalcado en cada entrevista por quienes fueron sus dirigidos o sus pares en el cuerpo técnico, Carlos no disfrutó de su camino profesional.

Un hombre que se obsesionó con su trabajo, se hizo adicto a la Selección argentina y como toda adicción, dejó secuelas en su salud y en su ámbito familiar. Él entiende, al menos así lo manifestó en varias ocasiones, que hizo cosas que no debería haber hecho. Que se perdió momentos que ya no volverán, que todas las energías que gastó en búsqueda de un objetivo, dejó daños colaterales en su intimidad. 

Al margen de esta visión del exentrenador, si algo mostró la docuserie de HBO Max es que su familia, más allá de algún reclamo que puede haber existido, siempre entendió que había un legado de por medio y que todo lo que hacía Carlos, también lo realizaba por el bien de su familia. "Me molesta que mi papá diga que se olvidó de vivir. Para mí, las vivió todas", expresó su hija Daniela en Bilardo: el doctor del fútbol.  

“El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia... de novia, de religión, de Dios... pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín... no puede cambiar de pasión”. La frase corresponde a Pablo Sandoval, personaje de ficción interpretado por Guillermo Francella en la película El secreto de sus ojos. Un párrafo que podría resumir la vida y la obra de Carlos Salvador Bilardo, un hombre que dejó de lado parte de su vida, para que Argentina tenga una estrella más en su escudo y una Copa que hasta hoy se sigue disfrutando.