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Una “tormenta perfecta” golpeó duro a las exportaciones de vinos: se derrumbaron 31,7%

La helada, el granizo, la inflación, los problemas logísticos; todo se sumó para que la industria de la vitivinicultura haya sentido una baja de volúmenes del 31,7% en los vinos que cruzaron las fronteras

Por Redacción

11 de julio, 2023 - 12:06

Las exportaciones de vinos mostraron una fuerte baja, que, en parte, reflejó el impacto de una de las peores cosechas de la historia. En la primera mitad del año, las ventas al exterior de vinos argentinos cayeron 31,7% que en el mismo período del 2022. 

Así, Argentina exportó en los seis primeros meses del 2023, 96,5 millones de litros de vino, según informó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), citado por BAE.

Se exportaron 44,8 millones de litros menos con respecto al mismo período del año 2022. De ese total, 74,5 millones (77,2%) corresponden a vinos fraccionados (-26,8%) y 22 millones (22,8%) son vinos a granel (-44,5%).

“El precio promedio del vino total en el acumulado enero-junio es de 3,5 dólares/litro (+15,6%), llegando el fraccionado a 4,23 dólares/litro (+9,1%) y el granel a 1 dólar/litro (+21,9%). En el período enero-junio ha aumentado el precio medio de los vinos varietales y sin mención varietal”, detalló el informe del INV.

Las exportaciones de mosto concentrado en todo el año ascienden a 15.949 toneladas, un 61,2% menos en volumen y 50,3% menos de ingreso de divisas respecto al mismo período del año anterior. El precio promedio del mosto concentrado en el acumulado del año llega a 1.863,6 dólares/tonelada y en junio se comercializó a un precio promedio de 1.905,5 dólares por tonelada.

Luis Sentinelli, director de Estadísticas Públicas y Relaciones Institucionales del INV, explicó a BAE: “Tenemos que hacer una mirada global, desde el 2021 hubo un aumento importante de espumosos. En el hemisferio norte hubo cosechas muy buenas y, en el sur, cosechas muy malas con heladas, granizo, sequía. En paralelo se produce una inflación de costos importante para la industria, se triplicó el costo de la logística, costaba conseguir contenedores, por la guerra hubo una suba del gasoil y la energía. Hubo un aumento de precios importantes y una caída del volumen. Salvo Italia, el resto del mundo tuvo problemas con sus exportaciones. China dejó de ser un mercado muy importante. En ese contexto cae el volumen y sube el precio”. 

Si se compara la exportación de vinos y mostos en volumen mensual en junio 2023 contra junio de 2022, la caída en la exportación de vinos total fue de -42,7% (vino color: -41,3% y vino blanco: -49,7%). Si la lupa se pone en el vino fraccionado, en el mismo período, da una baja de -39,6% (vino color: -39,7%y vino blanco: -38,8%). Si se analiza el vino Granel da: -53,7% y es un golpe más fuerte (vino color: -47,2% y vino blanco: -79,8%).

Sin embargo, la caída de la exportación de mosto concentrado comparado junio 2023 contra junio 2022 da -61,2%.

 

Una de las peores cosechas de uvas de la historia

El impacto mundial de tantos cambios, encontró a una industria argentina reacomodándose por la peor cosecha de uvas de la historia. “En Argentina nos agarraron todas las pestes juntas, en octubre tuvimos la helada más grande de toda la historia vitivinícola que nos dejó una cosecha de 14.400.000 quintales de uva, cuando en los últimos 12 años, una cosecha normal era de 23 millones de quintales. Esta fue la cosecha más baja de la historia. Los gobiernos provinciales y el Estado nacional asistieron a los más débiles porque iba a ver menos trabajo, producción y ventas", explicó Sentinelli.

Y añadió: "Las empresas comenzaron a cuidar sus stocks y hubo una suba de precios de 15,6% al mercado externo. Tenemos menor oferta exportable, casi no tenemos a granel y se cuidan los canales más rentables. La buena noticia es que llegamos al 1 de junio del 2023 con 5,5 meses de stock. Además, el ministro de Economía (Sergio Massa), nos aseguró que no va a permitir que se importe vino. Para evitar lo que nos pasó en el 2016 cuando se importó vino y en el 2019 nos sobró”.

En la industria vitivinícola cruzan los dedos y encienden velas a todos los santos para que no haya ni heladas ni granizo que compliquen la actual cosecha.

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