Preocupación
La superficie destinada al cultivo de maíz podría disminuir en un 21%, lo que equivale a una reducción de 2 millones de hectáreas en la próxima campaña, debido a la incertidumbre climática y al impacto negativo de la chicharrita, según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El informe destaca que, si se concretan estas primeras proyecciones de siembra, se trataría de la mayor reducción relativa en el área cultivada con maíz en los últimos 17 años. Desde la campaña 2014/2015, el cultivo de maíz había mostrado un crecimiento continuo durante nueve ciclos consecutivos, alcanzando un récord de siembra en el ciclo 2023/24.
Las razones detrás de esta caída en la superficie sembrada son múltiples, pero el informe señala que el factor clave es la bacteria Spiroplasma kunkelii, transmitida por la chicharrita, un insecto que ha causado estragos en los cultivos.
En las regiones del norte del país, los rendimientos han disminuido entre un 50% y un 70%, y las pérdidas abarcan entre el 25% y el 60% del área total cultivada, con las provincias de Chaco y Santiago del Estero siendo las más afectadas.
La situación es crítica para muchos productores en estas provincias, quienes ven en esta campaña un punto de inflexión: un nuevo fracaso podría significar la salida definitiva del negocio agrícola. Las proyecciones de siembra en estas zonas muestran una reducción en la intención de sembrar maíz que varía entre el 50% y el 80%.
En el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, los efectos de la chicharrita han resultado en pérdidas de superficie cultivada que oscilan entre el 20% y el 35%, y la intención de siembra ha caído entre un 30% y un 50%.
De acuerdo con el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER), se espera que la intención de siembra de maíz en esa región disminuya en torno al 30%, una tendencia similar a la observada en la región núcleo. En contraste, el centro y sur de Buenos Aires, así como La Pampa, no han registrado el impacto del achaparramiento asociado con la chicharrita durante la campaña 2023/24, y en principio, manifiestan una intención de siembra para la campaña 2024/25 similar a la del ciclo anterior.
La chicharrita afecta principalmente las siembras tardías, con los peores resultados observados en lotes sembrados después del 10 de diciembre. En la campaña 2023/24, el 65% del maíz se sembró de manera tardía, es decir, después del 15 de noviembre, lo que incrementa la dependencia de las lluvias de septiembre y octubre. Este año, además, se anticipa la posible influencia de un fenómeno de "La Niña" moderada a partir de septiembre-noviembre, lo que añade más incertidumbre al escenario agrícola.
El informe concluye subrayando que las intenciones de siembra podrían cambiar significativamente dependiendo de las condiciones meteorológicas, especialmente de la disponibilidad de lluvias en los próximos meses.