La votación

Impsa en venta: Mendoza abre las puertas a la privatización

Esta decisión, impulsada por Alfredo Cornejo y avalada por el Gobierno nacional, enciende un acalorado debate sobre el futuro de la industria nacional y la soberanía energética.

Redacción

Por Redacción

11 Septiembre de 2024 - 20:55

La histórica empresa metalúrgica mendocina, IMPSA, está a un paso de cambiar de manos. Con 27 votos a favor y 17 en contra, la Legislatura de Mendoza aprobó la venta del 21% de las acciones que pertenecían a la provincia. Esta decisión, impulsada por el gobierno de Alfredo Cornejo (UCR) y avalada por el Gobierno nacional de Javier Milei, marca un hito en la política económica argentina y enciende un acalorado debate sobre el futuro de la industria nacional y la soberanía energética.

¿Quién se quedará con IMPSA?

La incógnita sobre el nuevo dueño de IMPSA aún persiste. Si bien la empresa estadounidense ARC Energy ha mostrado un fuerte interés, otros grupos de Estados Unidos, España y Chile también han manifestado su deseo de adquirir la compañía. Esta situación genera incertidumbre y preocupación en diversos sectores, que temen que la venta implique una pérdida de control sobre un activo estratégico para el país.

Un pasado convulsionado y un futuro incierto

Fundada por la familia Pescarmona, IMPSA experimentó un crecimiento exponencial durante décadas, convirtiéndose en un referente mundial en la fabricación de turbinas y equipos para la generación de energía. Sin embargo, una serie de dificultades financieras, agravadas por la crisis económica de Argentina y la falta de pagos por proyectos en el exterior, llevaron a la empresa al borde del colapso.

En 2021, el gobierno de Alberto Fernández nacionalizó IMPSA en un intento por salvarla. Sin embargo, esta medida no logró revertir la situación y la empresa continuó enfrentando problemas financieros. Ahora, el gobierno de Milei busca avanzar en la privatización, argumentando que esta es la única forma de asegurar la supervivencia de la compañía.

Alberto Fernández y Matís Kulfas cuando anunciaron la estatización de IMPSA.

El debate sobre la soberanía energética

La decisión de vender IMPSA ha generado un intenso debate en la Argentina. Mientras algunos argumentan que la privatización es necesaria para atraer inversiones y modernizar la empresa, otros advierten sobre los riesgos de perder el control sobre un sector estratégico como el energético.

Los críticos de la venta señalan que IMPSA posee un gran potencial para desarrollar tecnologías clave para la transición energética, como la producción de hidrógeno verde y la energía nuclear. Además, advierten que la salida de capitales argentinos del sector podría generar una mayor dependencia del exterior y poner en riesgo la seguridad energética del país.

Un futuro incierto para los trabajadores

Otro de los puntos de conflicto es el futuro de los trabajadores de IMPSA. Si bien el Gobierno asegura que la privatización no implicará despidos masivos, los sindicatos expresan su preocupación por las posibles consecuencias de un cambio de dueño, como la reestructuración de la empresa y la pérdida de derechos laborales.

Las próximas semanas serán cruciales para definir el futuro de IMPSA. La presentación de la oferta de ARC Energy y el inicio del proceso de licitación marcarán el inicio de una nueva etapa para la histórica empresa metalúrgica. La decisión que se tome tendrá un impacto significativo en la economía argentina y en su futuro energético.