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Comenzaron los subsidios a la harina para mantener a raya el precio del pan

El fideicomiso ad hoc transfirió los primeros $1.400 millones, en una decisión no exenta de polémicas, por los beneficiarios de los fondos y la eficacia de la idea. Jorge Tanús, a cargo del programa, defendió la medida

25 de mayo, 2022 - 08:23

Entre los intentos por frenar las escaladas de precios, con el termómetro de una inflación que parece fuera de control, aparece el fideicomiso del trigo, que en la práctica funciona como una transferencia de dinero, a modo de subsidio, a los molinos productores, con el objetivo de que vendan la harina más barata y de ese modo contener el precio del pan.

Lo curioso, hasta ahora, es que la industria molinera, salvo muy contadas excepciones, rechazó participar de la recepción de esos fondos.

Sobre este tema, Ciudadano News dialogó con Jorge Tanús, presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior Fideicomisos, quien explicó: “En el fideicomiso, todas las partes administrativas, legales, políticas, por parte del gobierno se resolvieron, el 1de este mes estaba todo resuelto, incluso los recursos para el subsidio a la bolsa de harina que da el estado nacional para que no suba el precio”. No obstante, aclaró que “hubo trabas judiciales y corporativas de las empresas que no querían adherir a la puesta en marcha del fideicomiso; llamativo porque implicaba que el estado nacional les subsidiara parte del costo, que hoy es más elevado producto de la suba del precio del dólar, pero surgieron objeciones por parte de los molinos de adherir”.

El funcionario detalló: “Recién el viernes al mediodía tuve la instrucción de la Secretaría de Comercio Interior para transferir los primeros $1.400 millones a tres molinos importantes del país”, curiosamente una de las últimas decisiones que tomó Roberto Felletti antes de su renuncia al frente de la entidad. Tanús agregó: “Uno es el mayorista de todos los panaderos del país, Molinos Cañuelas, entonces, hemos podido destrabar y transferir los recursos para bajar el precio de la bolsa de harina, y por lo tanto, del pan”.

 

Subsidiados polémicos

El tema de los beneficiarios y el rechazo de la mayoría a recibirlos merecen más explicaciones. “Puede haber dos cosas”, continuó Tanús: “Primero, una actitud corporativa con los exportadores, que hoy están ganando el doble de lo que ganaban antes de la guerra con Ucrania, por el precio del trigo a nivel internacional”. Además, explicó: “Entiendo que debe haber una metodología de trabajo conjunta entre los que exportan el trigo y los que venden el trigo a los molinos nacionales. Entonces, ahí hubo como una especie de asociatividad entre las empresas”.

“Segundo, porque cuando uno recibe subsidios del estado tiene que dar explicaciones sobre su facturación y su venta al mercado local, y eso significa trabajar en blanco todo. Creo que ahí debe haber estado otra parte del secreto de la resistencia de muchos empresarios, y el Estado también no lo hizo obligatorio, sino voluntario para evitar cuestiones que tienen que ver con la libertad de mercado”, completó.

Luego enumeró los beneficiarios: “Esto lo hemos podido resolver con tres molinos importantes. El más importante es el que provee al sur de la Argentina que es Molinsud, Florencia que tiene mucha presencia en el mercado en Mendoza, sobre todo, y el más grande que es Cañuelas, que vende en todo el país”.

Desde el Gobierno explican que las ganancias hoy de los exportadores de trigo se han duplicado, y países como India, segundo productor mundial, suspendió las exportaciones de trigo y priorizó el consumo interno. “La Argentina no lo ha suspendido, solo aplicó dos puntos a las retenciones a quienes exportan, que les permite la posibilidad de exportar todo lo que quieran”, recalcó Tanús, y precisó: “Si trasladamos la duplicación del precio internacional en dólares al precio de la bolsa de harina en la Argentina, de $1.200 pasaría a $2.500, más o menos, y eso es lo que el Gobierno va a subsidiar, para no trasladarlo al precio del pan”.

 

Qué pasará en Mendoza

En la provincia, frente a los cambios en la Secretaría de Comercio, esperan poder recibir las bolsas de harina a precio subsidiado. Cristian Di Betta, presidente de la Cámara de Panaderos Empresarios de Mendoza, manifestó que esperan “que se respete el acuerdo firmado con el tema subsidio, y que ya empecemos a recibir esa harina. Ayer, en contacto con diferentes molinos y diferentes vendedores de esa materia prima, tuvimos la feliz noticia de que entre hoy, mañana y el jueves recibiremos esa harina en la provincia”. 

En el precio de la harina subsidiada hay diferentes valores, aparentemente va a estar entre $1.500 y $1.600. Es lo que se habla en las panaderías, aunque a los panaderos de la Cámara nadie les ha manifestado que ese vaya a ser el precio.

Los precios habían subido un 12% el viernes por sugerencia de la Cámara, y la decisión es sostenerlo, con un promedio de $290 el kilo. La nueva harina estaría con cupos asignados, es decir, que no cubre toda la producción, por lo que la baja no sería total y automática.

 

Un ganador que hace ruido

La gran beneficiada del fideicomiso es, como se dijo, Molino Cañuelas. De los $1.400 millones asignados $1.100 fueron directamente a las arcas de esa empresa. Otra de las empresas beneficiadas es Florencia, del mismo grupo empresario, y la tercera un pequeño jugador de la localidad pampeana de Jacinto Arauz.

Pero el principal punto llamativo lo marca una investigación del sitio especializado en información rural Bichos de Campo. “Cañuelas es un grupo que tienen elevadas deudas con el Estado y con el sector privado. Ingresó en convocatoria de acreedores con un pasivo reconocido por más de 1.300 millones de dólares, una suma que incluía hasta septiembre de 2021, cuando intervino la Justicia comercial, la friolera de $2.874 millones de deuda fiscal y previsional. Pudo ingresar al fideicomiso porque el reglamente del mismo definía que esas eran deudas “no exigibles”, pero a la vez imponía a todo el resto del sector que presentaran a un situación impoluta ante el Fisco si quería acceder al programa de subsidios”, señala el texto firmado por Matías Longoni.

Por eso explican que la inmensa mayoría del sector rechazó el fideicomiso: lo considerarían un traje a medida de una sola empresa.