|16/03/23 09:34 AM

Así es el plan “sin ideología” que busca frenar la inercia inflacionaria

Desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, su titular, Andrés Asiain, viene pregonando la necesidad de detener la inflación a partir de un congelamiento programado de todos los precios y costos, con ajustes de salarios

16 de marzo, 2023 - 09:34

Desde hace al menos dos años, el economista, docente y presidente del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), Andrés Asiain, viene presentando ante diversos públicos su plan para detener la inercia inflacionaria. Ya con el 54% del último año de Mauricio Macri el panorama era alarmante, ni hablar ahora con el 102,5% interanual difundido por el INDEC esta misma semana.

Básicamente lo que viene proponiendo Asiain es un programa que frene en seco la inercia inflacionaria, es decir que las expectativas se utilicen para detener la inflación, todo lo contrario a lo que hoy ocurre, cuando el futuro, en todos los actores económicos y el mismo Estado, se relaciona más con la indexación de precios que con su descenso.

Está en riesgo el funcionamiento normal de la economía en todos los niveles. Por ejemplo, a nivel empresario, cualquier decisión de inversión o de producción se vuelve muy difícil de tomar porque la inestabilidad de los precios hace que haya una incertidumbre total sobre cuál va a ser el costo salarial, energético, el costo de venta final”, ensaya Asiain en declaraciones a la agencia Paco Urondo.

Y sigue: “El trabajador que no tiene un nivel de ingresos fijos empieza a correr de atrás a la inflación, incluso pasa lo mismo con los formalizados. Y siempre está la presión de una devaluación brusca que afectaría aún más a los salarios”.

En ese sentido y con este diagnóstico, entonces, "el plan es para cualquier sector político más allá de la ideología, porque la necesidad de frenar los precios es tanto de sectores de derecha como de izquierda. Quien quiera gobernar debe parar la inflación”.

Así, la propuesta del CESO es que tiene que haber un plan de estabilización heterodoxo, haciendo hincapié en los elementos inerciales de la inflación, claves para entender lo que pasa hoy en Argentina.

La inercia es como cuando el tren acelera y una vez que lo hizo ya uno no tiene que pisar el acelerador para seguir andando sino que ya se mueve por su propio impulso. Esa inercia se reproduce con la indexación de hecho de mucha parte de la economía. Estamos hablando de que la inflación del mes pasado se traslada hacia adelante en las decisiones de alquileres, costos financieros, pautas salariales… toda esa suba de costos lo van trasladando a precios”, detalla Asiain.

Entonces, ¿qué hacer y cómo? “Para romper la inercia hay que hacer un congelamiento total de todos los precios por tres meses: dólar, tarifas, alquileres, todo. Y en ese tiempo lograr un descenso artificial de la inflación que después hay que acompañar con una serie de herramientas para que esa estabilidad lograda se proyecte inercialmente hacia delante”. Luego, "hay que hacer otro congelamiento por otros tres meses para ir bajando 'escalones' en el índice inflacionario, por ejemplo de 100% a 70%, de 70% a 45% y así".

Y agrega: “Nosotros proponemos usar la inercia que hoy existe en el sentido contrario: generar una estabilidad de precios y proyectarla hacia adelante. Ese congelamiento debería ser parte de un programa más amplio. En el caso del salario, el congelamiento podría ir acompañado de aumentos de suma fija mensual para mejorar el piso. De esa manera, se podría bajar la nominalidad”.

Este plan, según ha relatado Asiain en diversas charlas, se lo ha presentado a referentes políticos de diferentes partidos, incluido el ministro de Economía, Sergio Massa. No obstante, el 102,5% de inflación interanual a febrero pasado ha encendido todas las alarmas y es fértil para las propuestas de shock como podría ser una dolarización total de la economía o una nueva Convertibilidad.

Economistas de diversos ámbitos han explicado que una nueva Convertibilidad que no se sostenga con dólares en el Banco Central es imposible (en los 90 se sostuvo primero con la enajenación de las empresas públicas y luego con endeudamiento).

Mientras que la dolarización, según Asiain, “sería una política de estabilidad de precios cuando tenés una híper inflación, que en ese caso puede llegar a ser incluso válida porque tenés un proceso de dolarización de todos los precios, hasta un alfajor está dolarizado porque no hay una referencia. Para nosotros, en Argentina todavía hay un sistema de precios internos más allá de la incertidumbre. El sector empresario utiliza el sistema del costo más un margen, que es la formación de precios internos. En este contexto, la dolarización no funcionaría para resolver la inflación, además de todos los problemas que te genera al perder soberanía monetaria”.

Hoy, con la relación base monetaria-reservas en dólares, una dolarización de la economía significaría una devaluación de más de 300%, lo que pulverizaría los ingresos de la gran mayoría de la población, crisis social y explosión de la pobreza.