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El congelamiento de las tarifas afecta a la energía y el transporte

En el caso de las empresas de electricidad, brindan el suministro a los hogares con valores en sus facturas de un año atrás a pesar de la inflación y del aumento del dólar, mientras que el boleto de colectivos tendría un 110% de atraso

Por Redacción

08 de enero, 2020 - 09:04

Días atrás el gobernador Rodolfo Suarez dispuso, entre otras medidas económicas para la provincia, el congelamiento de las tarifas eléctricas –tanto para las empresas como para los hogares–, igual que en el boleto del transporte de pasajeros, ambas por 180 días

En el caso de las prestadoras de energía, esta decisión, según cálculos del mismo Gobierno, implicaría unos 3.000 millones de pesos, una cifra que afectará no solo a las concesionarias prestadoras, ya que el congelamiento impedirá la realización de las obras que son necesarias tanto para mejorar el servicio con inversiones como para mantener las líneas en condiciones de brindarlo de manera adecuada al usuario, y éste, finalmente, será el perjudicado.

En tanto, el transporte de pasajeros tiene un 110% de atraso en el costo, y obviamente una parte se tiene que cubrir con el Presupuesto provincial para que esos servicios no se caigan. Para eso, son necesarios unos $500 millones para sostener el precio del boleto.

Por otra parte, el problema tiene otras aristas que, a poco de analizarlas, se llega a la conclusión de que hay una vara distinta para medir las consecuencias.

Es que la aplicación de la denominada ’Ley de solidaridad’ impuesta por el Gobierno nacional deja a las provincias del interior en inferioridad de condiciones con respecto a Buenos Aires. Basándose en esa norma, las empresas Edenor y Edesur dejaron de pertenecer a esa provincia y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y pasaron a la órbita nacional. De esta manera, ninguno de esos dos estados tendrá que cubrir subsidios por la prestación del servicio en caso de que no se aumente la tarifa, y de esta manera otra vez el interior es el perjudicado.

Esto ha sido alertado por el Gobierno mendocino, al sostener que “todas las medidas solidarias que anuncia la Nación están circunscritas al área metropolitana de Buenos Aires”.

Un valor muy atrasado

En cuanto a Mendoza, se debe tener en cuenta que la tarifa que se abona actualmente viene siendo aplicada desde diciembre de 2018, es decir, un año atrás, cuando la realidad indica que la inflación de ese mismo período fue de cerca del 55% y los insumos, que se pagan en dólares, aumentaron en consecuencia aún más que ese porcentaje.

Es más, las concesionarias están preparando una adecuación de la tarifa basada en esos parámetros, y ahora, con la aplicación de su congelamiento el panorama no está muy claro.

Así lo explicó el ingeniero Julio Gallego, Coordinador de Gerentes de La Cooperativa, Empresa Eléctrica de Godoy Cruz en CNN Radio Mendoza al referirse a la situación que ahora deben afrontar las empresas del sector considerando que el congelamiento es “un perjuicio muy grande para las distribuidoras”.

“El tema es muy simple. Nosotros le estamos cobrando al usuario la tarifa a valores de diciembre de 2018, es decir que pasó un año sin actualizarla a pesar de la inflación y de que muchos componentes los pagamos en dólares”, expresó Gallego.

“Por eso, tenemos un atraso tarifario muy importante en lo que se refiere al VAD, que es el llamado Valor Agregado de Distribución, o sea lo que percibe el distribuidor para atender el servicio”, agregó.

Y explicó que la tarifa “tiene tres componentes muy importantes: el costo de la energía –que lo define la Nación y es el precio que se le paga a CAMMESA (NdR: Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA, empresa que integran re­presentantes privados y del sector público) para poder distribuirla–, los impuestos y el VAD. El costo del abastecimiento ha tenido una actualización muy importante, como también los impuestos, y la única que ha quedado congelada es la parte que se usa para atender el servicio y agregar nuevas demandas”.

“En esto no hay magia...”

Gallego también explicó que las empresas esperaban una adecuación del VAD “en el orden de un 13%” a partir del 1 de febrero próximo, “pero si eso no pasa vamos a estar otros seis meses sin aumento, con lo cual habrá un año y medio de atraso y eso nos perjudicará notablemente”.

“De acuerdo a lo que leí en los diarios, en el Gobierno están muy preocupados porque realmente reconocen este atraso en las tarifas de la energía eléctrica y del transporte de pasajeros, y si el dinero no lo ponen los usuarios lo tendrá que poner el Estado. En esto no existe la magia...”, consideró.

En cuanto a si la empresa tomará alguna medida, Gallego aseguró: “No, solo transitamos los acontecimientos y estamos solicitando formalmente al EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico) el ajuste del VAD. Más que eso no podemos hacer...”.

“Pero estamos alertando de que en caso de no tener ese ajuste, nos tendremos que reunir con el Ejecutivo y con el EPRE para ver cómo avanzamos y ver qué es lo que se dejará de hacer y cómo se resuelve”.

En cuanto a cómo observa el usuario esta situación, consideró que “lamentablemente, en la forma en que funciona el sistema eléctrico en la Argentina, el único recaudador de todos los costos es el distribuidor. O sea, nosotros ponemos la cara para colectar el dinero que necesitan el generador, el transportista y el distribuidor. Entonces, el usuario ve una tarifa alta y cree que el distribuidor –en este caso la Cooperativa Eléctrica– es el responsable de todo esto, pero no lo somos. Nosotros solo somos intermediarios pero terminamos siendo los más perjudicados”.

Refiriéndose a las voces que alertan de que “se podría resentir el servicio”, el ingeniero Gallego explicó que las empresas deben hacer permanentemente mejoras, obras nuevas, mantenimiento, reposición de equipos... Y si no hay dinero esas cosas no se hacen, y cuando se producen fallas, en vez de resolverse en cinco minutos puede demorar dos o tres horas”.

“El problema es entre la provincia y la Nación”

Así se expresó Raúl Stasi, Gerente General de EDESTE SA, quien al ser consultado por El Ciudadano coincidió en la necesidad de actualizar “una tarifa atrasada en casi un año y medio”.

Lo que se ha congelado es lo que el usuario paga, es decir el valor final. El VAD está en proceso de ajuste y hemos pedido su recomposición. La pregunta es cómo se va a cubrir  el déficit que va a producir que se mantenga congelado el cuadro final, que es el que paga el usuario, y el faltante que van a tener las distribuidoras”.

“Es un tema que se va a conversar para ver cómo se cubre la diferencia en el VAD. Lo que se va a mantener es el precio de energía del mercado”, agregó.

“Cómo se va a cubrir la diferencia, se va a tratar en el ámbito provincial y nacional, porque ellos tendrán que disponer qué se hace”, consideró Stasi.