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Oscar Bonavena, el ídolo del boxeo que se hizo mito

El 22 de mayo de 1976 fue asesinado en  Nevada, Estados Unidos, el legendario Oscar Natalio Bonavena. Una vida hecha serie 

22 de mayo, 2023 - 19:35

Su nombre era Oscar Natalio Bonavena. Nacido y criado en el barrio Porteño de Parque Patricios. Había surgido a la fama por un escándalo en los Juegos Panamericanos de 1963, cuando le mordió la oreja a un rival. 

Protagonizó una de las peleas más taquilleras de la historia ante Gregorio Goyo Peralta, a quien derrotó por puntos en el Luna Park.  Pero además, su personalidad extrovertida lo llevaba a convertirse en un out sider: hizo teatro con Zulma Faiad, el Pato Carret y Palito Ortega en pleno ascenso de su carrera, y grabó junto a Los Shakers (banda de culto, surgida en Uruguay) “Pío Pío Pá”, una canción que le escribió Palito. Se autoimpuso el Ringo en plena beatlemanía, cuando una chica creyó encontrarlo parecido a Ringo Starr, baterista de Los Beatles.

Hubo un hecho significativo que elevaría al sitial de ídolo, en la Argentina de los 70, a ese grandote con picardía de barrio, que fuese tan famoso como los ravioles de Doña Dominga, su madre.

Pese a caer por nocaut en el 15º asalto, aquella muestra de valentía ante Muhammad Alí no pasó desapercibida y comenzó a tejer su estatura de mito, la que se hizo mucho más grande tras su asesinato en Nevada, Estados Unidos, el 22 de mayo de 1976 en un burdel que era propiedad de un hampón llamado Joe Conforte. 

Bonavena estaba allí por un contrato que lo unía a aquel personaje. Ringo buscaba la revancha ante Alí, algo que Conforte, lejos del boxeo de elite, no estaba en condiciones de cumplimentarle.

El ídolo recibió un disparo de un fusil Remington 30-08 de un matón llamado Ross Brymer quien estuvo 15 meses en prisión por este asesinato, pena que luego le fue conmutada por la de homicidio involuntario, aunque un testigo del lugar indicó haber presenciado esa noche el asesinato. 

El cuerpo de Oscar fue velado el 29 de mayo en el estadio Luna Park, donde fue despedido por unas 150.000 personas. Luego fue sepultado en el cementerio de la Chacarita (Buenos Aires, Argentina), en una de las primeras manifestaciones populares en pleno dictadura del General Jorge Rafael Videla, que llevaba casi dos meses en el poder.

La palabra de su hermano Vicente

Uno de los hermanos de Ringo. Fue futbolista y entrenador de fútbol. Así lo recordaba hace un tiempo en una charla con este periodista. “Una de las cosas que más recuerdo de Oscar son los asados que hacíamos. Estábamos desde  la mañana hasta la noche contando cuentos y riéndonos todo el día”.

“Para nosotros, el ritual de ravioles de mi mamá eran normales. Era el encuentro de todos los domingos. Incluso cuando Oscar no era nadie todavía, venían artistas a casa a comer junto a nosotros”.

“El día de la pelea con Muhammad Alí estuve en Buenos Aires. No fui porque todos mis hermanos habían partido a Estados Unidos y mi vieja me pidió que me quedara con ella. Doña Dominga jamás vio ni escuchó alguna pelea de Oscar incluso hasta se iba a dar una vuelta cuando él combatía”.

“Una de las razones por las que creo que Oscar es ídolo se debe a que  era muy familiero. Él nunca escondió a su mamá, como han hecho otros, al contrario.  Él no tenía problemas de presentársela con orgullo al Presidente de la Nación como al basurero de la esquina".

“Reconozco que me daba vergüenza cuando Oscar cantaba Pio Pio, pero era algo que se daba cada tanto”.

“Que después de tantos años se sigue hablando de Óscar es un orgullo para mí. Él no sólo está presente en la vida de los Bonavena, sino de Huracán y de la gente. Oscar  amaba al Globo y por ello en  la cabecera donde está la hinchada lleva su nombre. Cuando él viajaba a pelear, llevaba  dos batas:  la del club y la de la Argentina”. 

Ringo en Mendoza

Oscar Natalio Bonavena combatió una sola vez en Mendoza. Fue el 1 de diciembre de 1966, ante un púgil llamado Roberto Véliz. La Federación Mendocina de Box de calle Mitre presentaba un gran marco aquella noche de jueves.

El combate tuvo poco de parejo. Los 93, 400 Kg de Ringo pudieron más que los 85, 900 de Véliz.

Las crónicas de época decían que aunque lento, Bonavena nunca perdió el control del enfrentamiento. Lo derribó tres veces en el tercer round, aunque la segunda caída fue por empujón. El nocaut llegaría en el cuarto asalto,  con un potente zurdazo al mentón.

“Oscar Bonavena impuso su superioridad física”, titulaba el Diario Los Andes en su edición de sábado. Lo más curioso, había ocurrido en la mañana previa. Leonardo Paludi, una suerte de Tito Lectoure local y quien fue promotor de ese combate conversaba con Ringo en plena calle San Martín y Necochea, cuando desde la vereda de enfrente Véliz, su rival esa noche, empezó a gritarle a Oscar: "Che Bonavena, esta noche te hago cantar el Pio Pio". Ringo furioso quiso cruzarse de vereda, aunque el paso del tranvía y el propio Paludi se lo impidieron. No obstante los chillidos amenazantes (sobre todo el del porteño famoso) llamaron la atención de los transeúntes de la mañana mendocina, quienes hicieron una rueda para seguir de cerca la feroz discusión.

"¡Paren muchachos, no sean locos, mirá el papelón que están haciendo!", fue el reto de Paludi, tratando de apaciguar los ánimos. "Véliz, esta noche te reviento", alcanzó a decir Ringo, antes que llegaran a cruzarse de civil. 

Un rato después, en el hotel adonde se alojaba Oscar Natalio, Paludi se enteraba que todo había sido un clásico ardid pergeñado por el campeón argentino en complicidad con Véliz, para promocionar el combate. Por la noche, se imponía por nocaut en el estadio de la Asociación Mendocina de Box, hoy Pascual Pérez.