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El Víctor, profeta de las viñas

El legendario Víctor Antonio Legrotaglie, uno de los mayores símbolos del fútbol mendocino, está celebrando sus 86 años de vida

29 de mayo, 2023 - 19:39

No todos éramos del Lobo, ni mucho menos, pero en aquellas aventuras de los mendocinos en los torneos Nacionales ejercíamos el entusiasta: ¡Dale Víctor! 

Sí, por aquel talentoso y sus compadres, los que les hacían pasar sofocones a más de un equipo de AFA.

El Víctor, el Polaco, el Documento, el Bolita, eran tipos que veías todos los días en la calle, en el café o presenciando un duelo de Femefa. Ídolos populares con hábitos comunes a los de cualquier vecino y que no se los tragaba la fama ni aún sabiendo que los domingos, la cancha se llenaba por ellos. Con cinco, seís o un poco más, aquellas imágenes en una cancha mendocina difícilmente se nos olviden.

Sin googlear y de memoria, muchos recordaremos encuentros inolvidables de aquel Gimnasia. Ante Guaraní Antonio Franco, contra Newell's, Racing, Boca. La mayoría en el Feliciano Gambarte, la casa del Lobo en los Nacionales.

Conocí al Víctor mucho tiempo después, merced a esta profesión de periodista. Lo entrevisté varias veces y siempre mantuvo aquella picardía, amabilidad y predisposición para prestarse a una charla, tal como en su etapa de jugador. Desde nuestra convicción, los homenajes se hacen en vida y junto a Gustavo Maturano, pudimos homenajearlo en un espectáculo llamado La Patria en Camiseta. 

Años después en la aparición de mi segundo libro denominado “La Venganza de los Cabecitas Negras”, volví a homenajear a aquel fútbol que profesaban el Víctor y sus cumpas. La consumación del potrero al poder. La tarde en que en el Viejo Gasómetro golearon  5 a 2 a San Lorenzo de Almagro.

Si hay un legado, que hoy parece impensado, es que seguían respirando potrero más allá de que hubiesen vapuleado al mismísimo Ciclón como a cuanto rival se les pusiera por delante. No se les caían los anillos ni dejaban de ir al café de la calle San Martín para seguir profesando el sentido de pertenencia como se debe. Pues bien, el comandante de aquella "Venganza de los Cabecitas Negras", el legendario Víctor Antonio Legrotaglie, el rey del balompié en tiempos de chombas de piqué, está cumpliendo años hoy. 

Hijo de Antonio y Micaela y papá de Olga, el Cocó y Carina, el Víctor celebra en esta jornada sus 86 años.

Como escribe su biógrafo, Matías Soria, en su hermoso libro llamado El Víctor, “el detalle estadístico dirá que Víctor Antonio Legrotaglie nació pasaditas las 4 de la mañana el 29 de mayo de 1937, en la calle Dr. Moreno, pleno corazón del departamento de Las Heras. Pero lo que no refleja la partida de nacimiento es que, el Víctor, vino a este mundo para ser jugador de fútbol. Una maravilla de jugador de fútbol”.

El 5 de octubre (su club de infancia), Gimnasia, Chacarita Juniors, Atlético Argentino, Alianza de San Juan, Independiente Rivadavia, Américo Tesorieri de La Rioja y la Selección mendocina, conformaron el Antiguo y Nuevo Testamento de este devoto de las viñas.

Cientos de proezas en camiseta, en tiempos de páginas amarillentas, desde 1956 hasta 1976 y nuevas con el saco y buzo de entrenador ya en tinta Offset, dibujan la parábola perfecta del jugador que no se tentó con la Vieja Europa y prefirió seguir siendo profeta en su tierra.

Como aquella de 1971 y el diálogo con el árbitro Roberto Goicochea, luego que Gimnasia fuera goleando a San Lorenzo en el Viejo Gasómetro y seguía en la profesión del toque: “Le pido por favor que pare con el baile, Víctor. Yo no me responsabilizo sino sale nadie vivo de acá”. Legrotaglie guiñó un ojo y pararon un poquito con el tiki tiki. 

El Víctor, que para animar las previas de los encuentros, llevaba a la orquesta de los hermanos Rosales a tocar en el camarín. El autor de goles de tiros libres, con su prodigiosa zurda. Tanto es el halo de su pierna hábil, que cualquier mendocino por las Rutas Argentinas, aún recibe la pregunta: ¿Cómo anda el Víctor? Feliz cumpleaños, Maestro.