Copa Sudamericana

Boca fue Boca y cerró la llave ante Independiente del Valle

El Xeneize se metió en los octavos de final de la Copa Sudamericana al vencer a los ecuatorianos con un gol de Cavani. El equipo de Martínez terminó con diez.

Por Lucas Gatti

24 Julio de 2024 - 23:38

El uruguayo Cavani anotó el gol Xeneize — /X

Con los regresos de Lema, Pol Fernández y Cavani para disputar la revancha de los 16avos de final de la Copa Sudamericana, Boca se hizo fuerte de local y se quedó con la serie. La jerarquía del delantero uruguayo hizo que ganara por la minina diferencia.
Boca lo ganó a lo boca, y en octavos de final enfrentará a Cruzeiro de Brasil.
 

En la previa había un ambiente de confianza y optimismo. No sólo por el resultado obtenido en la ida en Quito tras el empate sin goles, sino también por la vuelta de tres jugadores importantes que integran la columna vertebral del equipo de Diego Martínez.
Después de 40 días sin poder ver a su equipo en La Bombonera por el receso futbolístico, el público boquense acompañó con un aliento constante, a pesar de que por momentos el equipo no respondió a sus expectativas. Se desplegaron banderas, globos y papelitos desde el sector de palcos para llevar a cabo un recibimiento especial.
 

El dueño de casa arrancó con pocas luces en su juego desde que Andrés Matonte, árbitro principal, pitó el inicio del juego. De entrada, se paró con cuatro defensores (Advíncula, Lema, Rojo, Blanco), misma cantidad de volantes (Saralegui, Pol, Delgado, Julián Ceballos) y la dupla delantera (Cavani y Merentiel), pero fue dominado por la visita que se posicionó en campo rival con el mismo sistema de juego y se
adueñó de la pelota.
 

Con el paso de los minutos, el local se fue acomodando y llevando a cabo una presión alta mediante sus delanteros. Independiente perdía rápido la pelota, por imprecisiones en sus jugadores, y a partir de ahí Boca empezó a dominar la pelota y a generar situaciones de gol. Primero con Cavani, luego con Delgado, un volante con llegada al área rival, y después con Merentiel.
 

Desde los 20´, el juego se equilibró un poco más. El local atacaba por la izquierda con la proyección de Ceballos que enviaba centro para la aparición de algún compañero en ataque. El conjunto de Javier Gandolfi, por su parte, intentaba recuperar rápido la
pelota para apelar al contragolpe, y agarrar mal parada a la defensa rival. Así fue como Kendry Páez quedó mano a mano con Chiquito Romero, y definió débil a las manos del golero.
 

La clave de Boca pasaba por atacar a las espaldas de los laterales. Por ahí, aprovechaba las velocidades de Saralegui y Ceballos, pero sufría con el retroceso de Advíncula y lo atacaban a su espalda con pelotazos cruzados. A todo esto, el juego empezó a cortarse seguido con faltas de los dos equipos.
 

A los 39´, llegó la primera polémica de la noche. Cavani definió estando en la misma línea que el último defensor ecuatoriano Matonte cobró offside, pero luego lo llamaron del VAR, dio marcha atrás y finalmente convalidó el tanto del uruguayo para el 1-0.
 

Luego del gol, fue dominio total del equipo de Martínez que continuó presionando alto para intentar aprovechar el error del rival con la idea de liquidar el pleito. De esta manera, Cavani tuvo un mano a mano que desperdició por egoísta, ya que estaba mejor ubicado Merentiel para definir. El local terminó mejor de lo que había comenzado el partido, mientras que Independiente se fue apagando.
 

El complemento comenzó con la misma tónica, Boca siendo dominador del juego e Independiente esperando para salir de contragolpe, pero careciendo de un elaborador de jugadas. A los 61´, el xeneize se quedó con diez por la expulsión de Milton Delgado
por una fuerte plancha sobre el tobillo derecho de Renato Ibarra. Estuvo bien expulsado el mediocampista de 19 años
 

En los 30 minutos finales, llegaron los cambios. Ingresaron Fabra, Benítez, Di Lollo y Langoni por Ceballos, Saralegui, Merentiel y Cavani. En la visita, Renzo López, Junior Sornoza y Matías Fernández suplantaron a Landazuri, Medina y Páez.
Con uno menos, Boca se cerró atrás con dos líneas de cuatro y un delantero. Le costó cruzar la mitad de cancha y sufrió más de la cuenta, cediéndole la pelota a la visita. Se defendió, aguantó los embates del rival, pero jugó como si fuera una final de copa, con el cuchillo entre los dientes, y no cometió errores en defensa para quedarse con una complicada serie.