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VIDEO | La joven de la perla es un juego para el cerebro

El pintor Johannes Vermeer nos muestra a una chica con una perla, pero tal joya en realidad no existe y es una de las obras más importantes del Barroco

02 de noviembre, 2022 - 12:38

Johannes Vermeer  nació el 31 de octubre de 1632 y murió el 15 de diciembre de 1675. Fue uno de los pintores neerlandeses más reconocidos del arte Barroco y además fue partícipe de la llamada Edad de Oro neerlandesa, en la cual las Provincias Unidas de los Países Bajos experimentaron un extraordinario florecimiento político, económico y cultural.

 

 

De Vermeer se conocen alrededor de 35 cuadros y se sabe que pintó por encargo para mecenas y no tanto para el mercado del arte. Fue un estudioso de las luces y las sombras y logró la fama absoluta gracias a su pintura de género costumbrista.

Una de sus obras más conocidas es La Joven de la Perla fue realizada entre 1665 y 1667, pintura que se encuentra en el museo Mauritshuis de La Haya, Países Bajos.

En esta obra podemos observar una mujer con piel pálida y un turbante que posee una perla donde converge el punto focal. Sus medidas son de 39x44, 5 centímetros.

La Joven de la Perla no es un retrato, es un tronie un tipo de pintura en el que se representa la gesticulación y la expresión del rostro de manera exagerada. En el siglo de oro neerlandés fue muy popular debido a que eran estudios de los artistas para mostrar su talento.

 

 

Esto nos indica que la Joven de la Perla de Vermeer no es nadie en particular ya que no tienen características específicas ni ningún elemento detallado. Pero quizá lo más importante de esta pintura es que Johannes no pintó todos los elementos que se pueden apreciar. Logró mediante la maestría de sus luces y sombras crear una perfección absoluta.

 

 

El puente de la nariz, la humedad de los labios y hasta la mismísima perla son juegos de luces que el cerebro se encarga de completar. En estudios con rayos x se ha determinado que el pendiente no está sostenido por ninguna cadena a la oreja y que además el pintor realizó la obra sin ningún arrepentimiento posterior.

 

 

Los ropajes de La Joven de la Perla tienen toques  del color azul ultramar un tinte que se conseguía mediante importaciones y que llegaba desde Asia

Johannes Vermeer fue un  talentoso pintor que se animó a ejercitar el cerebro de los espectadores para que ellos mismos completaran las partes indefinidas de su obra.