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Emilio Civit, un mendocino progresista con proyección nacional

Fue gobernador de Mendoza en dos oportunidades y su acción quedó plasmada en obras que significaron un gran avance para nuestra provincia

01 de agosto, 2022 - 07:42

Artífice del progresismo de finales del siglo XIX, el doctor Emilio Civit fue un personaje político de suma importancia no solo a nivel local, sino también con proyección a nivel nacional.

Durante la segunda presidencia del general Julio Argentino Roca, ocupó la cartera de Obras Públicas, destacándose por su accionar.

Tuvo muchos adeptos que lo siguieron, pero también muchos enemigos que lo combatieron a través de los medios de comunicación.

Durante su gobernación, la provincia y la Nación vivían momentos de opulencia en donde la balanza comercial de Argentina era favorable. En 1898, año en que Civit fue elegido como mandatario local, las importaciones sumaban casi $107,5 millones, en tanto que las exportaciones llegaban a más de $133,8 millones.

Por aquel tiempo estábamos entre los primeros diez países más importantes del mundo -algo muy diferente a lo que es nuestro presente por lo que aquella Argentina fue denominada “el granero del mundo”.

Miles de migrantes europeos especialmente, italianos, españoles, británicos, franceses, alemanes, polacos, rusos y árabes llegaban al puerto de Buenos Aires con la esperanza de "hacer la América" y edificar un nuevo porvenir con el trabajo duro, sin que nadie les regalara nada. Así, muchos de estos cumplieron su sueño de tener una mejor posición económica en esta tierra.

 

De familia bien

Víctor Emilio Civit nació el 5 de octubre de 1856 en la ciudad de Mendoza y fue bautizado en la parroquia de San Nicolás de Tolentino el 29 de noviembre de ese mismo año.

Fue hijo de don Francisco Civit – quien fue gobernador de la provincia- y de la primera esposa de éste, doña Clementina Corvalán.

Emilio viajó a Buenos Aires cuando era muy joven y se incorporó como alumno en el Colegio Nacional de aquella ciudad, para proseguir luego sus estudios de abogacía en tiempos en que se involucró en la política.

En 1878 fue secretario de la Intervención Nacional a Corrientes, presidida por el ministro de Hacienda, Victorino de la Plaza.

En 1891 fue elegido diputado provincial por el departamento de Maipú y ese mismo año resultó electo senador nacional. Participó activamente, y con una labor destacada, en la Convención Constituyente Provincial de 1894 y además fue nombrado ministro de Hacienda por el gobernador interino Francisco J. Moyano.

En su cargo como ministro de Obras Públicas desde 1898 a 1904 se centró en la extensión de los ferrocarriles tomando el control de las empresas ferroviarias, y también mostró gran interés en promover algunas líneas que estaban en manos del Estado, logrando expandirlas como nadie lo había hecho anteriormente.

También ocupó el Ministerio de Agricultura hasta 1900, realizando importantes cambios y favoreciendo el fomento de la agricultura y la ganadería.

Civit regresó a Mendoza y luego de ocupar el sillón de San Martín fue electo por segunda vez legislador nacional, cargo que ocupó durante varios años.

Su muerte se produjo en Mendoza en la madrugada del 5 de diciembre de 1920 cuando estaba casado en segundas nupcias con doña Josefina Benegas.

 

Gobernador a medias

Emilio Civit ocupó el cargo de gobernador de Mendoza entre el 6 de marzo y el 13 de octubre de 1898, fecha en la que renunció para asumir como ministro de Obras Públicas de la Nación de la segunda presidencia de Julio A. Roca.

En el poco tiempo que duró su primera gestión avanzó con los trabajos del Parque del Oeste –luego llamado General San Martín– y emitió Letras de Tesorería para atender la salubridad de la provincia. Además de hacerlo en otras obras, participó de la colocación de la piedra fundamental del Hospital Provincial y de la inauguración oficial de la Villa Nueva de Guaymallén. Además, inició el adoquinado de las principales calles de la Ciudad.

El 13 de octubre le fue aceptada la renuncia al ser nombrado ministro de Obras Públicas de la Nación, y pasó entonces a ocupar su lugar el vice Jacinto Álvarez.

El Parque del Oeste, hoy General San Martín, una de sus principales obras

 

Elegido por segunda vez

El 6 de marzo de 1907 Emilio Civit asumió por segunda vez como gobernador y completó su mandato hasta el día 6 de marzo de 1910, acompañado por Pedro Guevara como vice.

Se destacaron de esta gestión una serie de inversiones autorizadas por la Ley N°474, entre ellas, el fomento de la agricultura, la construcción de un jardín de infantes y las obras en el Parque. Esta ley destinaba un millón de pesos para el fomento de la agricultura, la continuación de las obras del Parque y la expropiación una extensión de tierra al Oeste del canal que luego llevó su nombre, con destino a una plantación de árboles.

Con esta ampliación, el Parque incorporó dentro de sus límites el cerro Del Pilar y los terrenos aledaños.

Para la forestación de esa zona se adquirieron 103.000 ejemplares que formaron luego el llamado Bosque del Oeste y el sector se amplió con los jardines al Norte del lago y el arbolado del Hospital Provincial.

En 1908 comenzó a construirse la usina eléctrica y al año siguiente se instalaron las columnas y faroles que habían servido para el alumbrado a gas en la Ciudad. En tiempos cercanos al Centenario ya tenían iluminación las avenidas de los Álamos, de los Olmos y de las Catalpas.

Después se hicieron las gestiones para adquirir la Fuente de los Continentes en París, mientras que en el Reino Unido se compraban los Portones, el quiosco para la banda de música y los bancos ornamentales, que ya estaban instalados para el Centenario.

Ese mismo año se firmó el contrato para la excavación en el sitio donde se construiría después el lago y los canales de alimentación del mismo.

Otras obras de ese gobierno fueron la reforma de la Constitución Provincial, que fijó en cuatro años el mandato del gobernador, el establecimiento de la Suprema Corte de Justicia y la creación de la Caja de Jubilaciones y Pensiones.