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El cine Avenida, un ícono de la pantalla grande en Mendoza

Fue inaugurado en 1926 con los equipos de proyección más modernos de esa época, y durante casi 60 años pasaron por su pantalla los éxitos cinematográficos de todos los tiempos

12 de septiembre, 2022 - 07:46

El 10 de setiembre de 1926, quedó inaugurado el cine y teatro más fastuoso que tuvo por aquella época Mendoza, una sala cinematográfica que marcó un antes y un después en la historia del espectáculo en la provincia.

Era el Avenida, ubicado en San Martín 1437, de la Ciudad, que contaba con los más modernos equipos de proyección de filmes existentes en esos tiempos.

Estuvo más de 50 años funcionando y por su pantalla pasaron las películas icónicas de séptimo arte, desde el cine mudo hasta el novedoso cinemascope.

 

Los antecedentes del cine

A fines del siglo XIX se realizó en Mendoza la primera proyección de imágenes en movimiento, pero se puede decir que el 16 de agosto de 1899 fue la fecha en que los mendocinos tuvieron por primera vez la posibilidad de encontrarse con un nuevo y mágico invento: el biógrafo, antecesor del cine.

En aquella tarde, una multitud acudió a la primera función, denominada matiné, para presenciar en una improvisada sala la proyección en la pantalla de El juguete cómico, Juez y partey Cuadros submarinos.

Después, en la noche se ofreció una comedia y se exhibió Corrida de toros, en la que intervenía el matador español Luis Mizzantini, en cuatro fases sucesivas. Para finalizar, se proyectó Maniobras militares.

El acceso al palco costaba 8 pesos; la luneta y la tertulia para damas valía 2 pesos, mientras que la entrada general era de 1 peso.

Este acontecimiento tuvo tal suceso que poco después se instaló para siempre en nuestra provincia.

En los primeros años del siglo XX comenzaron a inaugurarse varias salas, como la del Centenario, el cine teatro Municipal y el Palace Theatre. De esa manera, el cine se instalaba entre los mendocinos como uno de los pasatiempos favoritos a los que acudía toda la sociedad.

La sala, con su espectacular frente de mármol, en una foto de 1930

 

Aquellos años locos

En la ciudad de Mendoza de los años veinte se estaban construyendo grandes edificios, como el Pasaje San Martín y la sede del Jockey Club.

Hacía varios años que se había inaugurado el tranvía eléctrico y los autos transitaban masivamente por la avenida San Martín, que estaba completamente adoquinada.

Eran los tiempos en que el tango sonaba en los clubes populares y burdeles. En cambio, el charleston, el foxtrot y la Jazz-Band de Paul Whiteman habían invadido los salones de las clases más altas.

Caballeros con llamativos trajes y damas peinadas “a lo garzón" y con faldas cortas bailaban al ritmo desenfrenado de esa música.

En tanto, en la confitería Colón, los hombres hablaban de política y opinaban sobre el gobierno de Marcelo T. de Alvear y del gobernador Orfila.

La muerte del gran actor Rodolfo Valentino era un tema obligado de aquel momento. También se estaba por dar un hecho de características espectaculares a nivel deportivo: era la pelea del siglo entre el argentino Luis Ángel Firpo y el campeón mundial de Estados Unidos Jack Dempsey.

 

Una construcción faraónica

La construcción del nuevo cine había empezado a principios de 1926 y su diseño era una copia fiel de los edificios de cinema de Estados Unidos.

La obra fue proyectada y dirigida por el ingeniero López Frugoni y el arquitecto Daniel Ramos Correas.

El edificio, totalmente antisísmico contaba con una capacidad para 1.200 espectadores y tenía un novedoso sistema de calefacción para el invierno y de ventiladores para refrigerar en el verano. Su frente de mármol era espectacular y en el interior existía una gran pantalla para la proyección coronada por varios palcos finamente decorados.

Además, había un gran plafón calado muy similar al del teatro de Champs Elysees, en París, que había sido inaugurado recientemente.

Los dueños de aquel majestuoso cinema eran José Guevara y López Frugoni, quienes habían elegido el 10 de setiembre como fecha para la apertura.

 

El día de la inauguración

El 10 de setiembre de 1926 quedó inaugurado el cine teatro Avenida y por la noche, la sala fue colmada por el público que asistió a la primera función, a beneficio del asilo de huérfanos y de la Escuela A.B.C de la Liga Patriótica Argentina. La más alta sociedad mendocina asistió al estreno de Prefiero verte muerto, un filme mudo protagonizado por Ale Nazimova, Jack Pickford, Hobart Bosworth y Constance Bennet.

Luego de la proyección, que duró unos pocos minutos, las señoritas María Inés Ramos Correas, Blanca Argentina Vera, Elena Flajolet y Edith Correas interpretaron la obra teatral A media luz y Ronda la gitana y al finalizar el espectáculo fueron ovacionadas por el público.

Concluida la función, se ofreció una actuación de baile flamenco titulado Bajo un balcón con flores, protagonizada por Adriana Britos y un gran elenco.

Al día siguiente, en una función nocturna la sala fue colmada por el público para ver el último filme de Rodolfo Valentino, quien había fallecido unos días antes. l

 

Llega el cine sonoro

En 1930 llegó a nuestra provincia el cine sonoro y el teatro Independencia llevó la delantera, lo que hizo que cines como el Palace, el Alhambra, el Municipal, el Centenario y el Avenida incorporasen lo último en tecnología cinematográfica, adquirida rápidamente por sus dueños.

Así comenzó una nueva era que luego traería otro cambio, el cine a color, y el Avenida fue el primero en tener esa novedad.

 

El color de ‘lo que el viento se llevó’

A fines de los años 30 el cine Avenida cambió de dueños y fueron los hermanos Antún quienes impulsaron el acceso a nuevas tecnologías, con el nuevo desafío del cine a color.

Uno de los estrenos más importantes que tuvo nuestra provincia ocurrió el 21 de marzo de 1941 en la sala del Avenida. Fue Lo que el viento se llevó, película ganadora de varios Oscar protagonizada por Clark Gable, Leslie Howard, Olivia de Havilland y Vivian Leigh. Su estreno.

Ese día se congregó una multitud y especialmente participó del estreno la alta sociedad mendocina. La entrada costaba $8,50 en butaca especial y $2,50 la popular, un dineral para esa época.

 

Disney y el pato Donald

Unos meses después del fabuloso estreno de Lo que el viento se llevó, el cine Avenida recibió la estelar visita de Walt Disney, nada más y nada menos que el creador del Pato Donald y el Ratón Mickey.

En la mañana del sábado 25 de setiembre de 1941, más de mil niños de varias escuelas de la ciudad se dieron cita en la sala para ver al genio del dibujo animado.

Después de una función de títeres, apareció el famoso personaje y con un risueño “¡Hola pibes!", en perfecto español, comenzó a hablarles, para luego dedicarse a realizar algunas piruetas y a dibujar algunos personajes de su creación.

 

El fin de una época

Durante las décadas de los 40 y los 50, el Avenida tuvo un gran nivel de popularidad, pero ya tenía que competir con empresarios más poderosos que habían instalado sus salas en aquella época.

El Gran Rex, el Opera y otros cines ubicados en la calle Lavalle habían destronado al cine ícono de la avenida San Martín.

Pero a pesar de estos competidores, en los 60 siguió renovándose e instaló el novedoso sistema Cinemascope, y en 1969 la sala fue reinaugurada.

Finalmente, en la década de los 80 el cine Avenida cerró definitivamente sus puertas, luego de casi 60 años ininterrumpidos. Hoy, aquel antiguo edificio está ocupado por locales comerciales que no reflejan el pasado glorioso de este histórico cine.