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Federico Molinari: "No puedo vivir con dos becas, no me alcanza"

El gimnasta olímpico se refirió al impacto económico que causa este parate de actividades por la pandemia. Además, opinó sobre la postergación de los JJOO de Tokio: “Se tienen que hacer. Si vos cancelas, matas la ilusión de un montón de gente que entrenó toda la vida sólo para eso”

01 de abril, 2020 - 16:03

Federico Molinari es el gimnasta más importante del país. El año pasado ganó la medalla de bronce en anillas en los Juegos Panamericanos de Lima, su quinta participación en un evento de semejante trascendencia.

En cuanto a los Juegos Olímpicos (JJOO), “el evento deportivo más grande del Mundo” según lo definió en dialogó con El Ciudadano, el experimentado atleta no clasificó a Rio de Janeiro 2016, pero en Londres 2012 ganó un diploma olímpico al competir en la final de anillas y finalizar en la octava posición.

Hace tres semanas, el oriundo de Rosario, Santa Fe, regresó del exterior tras participar de torneos clasificatorios para los juegos de Tokio, que finalmente se desarrollarán desde el 23 de julio al 8 de agosto del 2021.

Hoy, desde su casa en San Isidro, donde vive junto a su mujer y sus dos hijos, cuenta su dura realidad por el párate de actividades en su escuela de gimnasia de Don Torcuato y lo que le costará volver a arrancar cuando pase el coronavirus.

¿Como llevas adelante la cuarentena?

FM: Estamos haciendo algunos planes de entrenamiento diario con mi mujer y mis hijos. A la mañana, desayunamos. Después, grabo material para volcar en las redes sociales sobre diferentes entrenamientos de gimnasia para aquellos que quieran utilizarlos en sus casas. A la noche, entreno en el patio, donde armé un mini gimnasio. Venia metiéndole con todo, pero con la suspensión de los Juegos estoy más tranquilo.

¿Cómo se arreglan con la comida?

FM: Cocinamos todo. Nos da inseguridad el delivery. Tratamos de cocinar en casa para que sea bien higienizado. Voy al supermercado una vez y compró muchas cosas. Cuando vuelvo, desinfectamos todo. Porque podés traer alguna infección externa. Limpiamos las bolsas y los productos. No es sencillo, nos cuidamos bastante. Tenemos ese temor de que ingrese algo a la casa que este contaminado. No salimos a la calle, únicamente para tirar la basura e ir al super.

¿Tenes miedo?

FM: Miedo no, trato de no contagiarme para terminar con esto lo más rápido posible. Y también, por una cuestión de salud. Pensá que estuve hace dos semanas en Europa y pasé por todos lados. Caminé muchos Aeropuertos. Recorrí mil lugares y pensé: ´Me quiero volver a casa, no quiero seguir compitiendo´. Por eso, acá quiero ser lo más prolijo posible y respetar las normas. Evitar que esto siga creciendo.

¿Cómo era el panorama en el exterior?

FM: Estuve en Australia, donde ya había muchos casos por estar cerca de China. Lo que vi es que no había medidas de control. Muy poca gente con barbijos. Después, fui a Italia donde entrenamos un tiempo. Y explotó la Pandemia en la segunda semana que estuvimos. No veía conciencia en la gente como la que se tiene acá. Minimizaron el problema desde un principio y por eso están como están. Vivian muy relajados. Es más, con los que me entrené no se cuidaban, estaban muy relajado y no llevaban adelante las medidas de prevención. Recién cuando nos estábamos yendo, empezaron a extremar las precauciones y eso se notó en el día a día. Eso no costó muchísimo porque no nos dejaban salir del país. Y cuando pudimos hacerlo, viajamos a Azerbaiyán, donde no hay casos de COVID 19. Pero al competir en una Copa del Mundo donde llegaban de varios países, estábamos en una zona de conflicto que recibían competidores de Italia y China. Nos controlaban la fiebre antes de ingresar a la competencia. A un español no lo dejaron participar por tener fiebre y lo suspendieron. Lo mandaron al hotel a hacer la cuarentena. Al final, el torneo se suspendió en semifinales y me volví a Buenos Aires.

¿Era un caos Italia?

FM: Si, subestimaron bastante el problema y el resto del mundo le cerraba los aeropuertos. A las calles salían como si no pasara nada. No había restricciones en los supermercados. Yo estuve en Roma. Volví hace tres semanas y por ahora no tengo ningún síntoma. Pensé en hacer cuarentena sólo, pero no tenía a donde ir. Estuve un mes dando vuelta por el mundo. Pero en familia decidimos quedarnos encerrados y hacer la cuarentena juntos 14 días, más allá de que ellos no tenían por qué hacerla, no tenían la obligación.

¿El gran desafío del deportista ante esta situación es mantenerse bien físicamente?

FM: La verdad que sí. Las comidas son las mismas y podemos cocinar lo que queramos en casa. Los horarios de entrenamiento son más picados, dependemos de la fuerza de voluntad y las ganas. La suspensión de los juegos baja mucho la motivación. Ahora, mi plan es mantenerme bien físicamente. No perder estado y armar entrenamientos.

¿Cómo tomaste la suspensión de los Juegos Olímpicos 2020?

FM: Es una decisión que se preveía. Estaba bueno que lo dijeran lo antes posible. Para nosotros era mucha la presión de estar trabajando en casa, tan incomodo y tan mal, sabiendo que en el resto del planeta se entrenaban como si nada. Me estaba preparando para el clasificatorio que arrancaba en mayo en Estados Unidos. Los Juegos Olímpicos se tienen que hacer. Si vos cancelas, matas la ilusión de un montón de gente que entrenó toda la vida sólo para eso. No podés venir y decir ´lo voy a suspender´. No podés jugar así con la vida de las personas. Estoy de acuerdo con que se hayan postergados, pero se debe garantizar que se van a desarrollar el año próximo.

¿Crees que se apuraron en la decisión de suspenderlo porque Japón está controlando la pandemia?

FM: Eso del coronavirus en Japón era una cuestión por la cual el COI no se quería apurar a definir la postergación de los Juegos. Veían que en el país oriental están empezando a agarrarle la mano al tema. Pero finalmente tuvieron en cuenta que hay muchos atletas del mundo que no se pueden preparar de manera correcta. Mas allá de que Japón tiene todo encaminado, iba a ser desigual deportivamente con el resto del Mundo, ya que nosotros acá estamos encerrados y los japoneses están entrenando lo más bien. Era mucha ventaja deportiva para ellos. Por un lado, el Comité Olímpico Internacional (COI) tomó la decisión de postergarlos un año, tratar de que las condiciones sean parejas para todos. Y por el otro, si se llevaba a cabo los juegos ponían en riesgo la salud de los deportistas.

¿Este párate te beneficia o perjudica?

FM: Yo me estaba jugando mi lugar en los JJOO en los torneos clasificatorios que son bastante difíciles. Clasifica el primero del ranking del mundo y yo estoy en el puesto 10. Se aleja mucho mi chance de clasificarme a los juegos con estas suspensiones de torneos.

¿Cómo es tu situación económica con esta suspensión de las actividades?

FM: Nosotros estamos becados por la Secretaria de Deportes y por el ENARD. Tenemos dos becas y se mantendrán. Además, vamos a cobrar un plus adicional extraordinario por abril y mayo para paliar esta crisis, pero sí tengo una complicación por la escuela de Gimnasia. No tengo ingresos económicos por este parate. No sabemos cuánto tiempo vamos a estar con esta situación. No sabemos que puede llegar a pasar una vez que se levante la cuarentena.

Tengo empleados que debo mantener. No sé si los alumnos van a retomar los entrenamientos. Es una incertidumbre muy grande que tenemos de cara al futuro…

¿Te afecta tu entrada económica?

FM: Si, obvio. Realmente tenemos una cuestión difícil. Estamos complicados. Ojalá que se puede encausar cuanto antes para que no nos perjudique la economía de los pequeños emprendedores. No tenemos espalda como las empresas grandes y estamos con lo justo. Ojalá que no se destruya nuestra escuela de gimnasia. No puedo vivir solo de las becas. Con una familia que mantener, no me alcanza y es complicado. Tengo que mandar a los nenes al colegio y sabemos todo lo que implica mantener una familia.

¿La situación del coronavirus te jugó en contra?

FM: Si, a nadie le favorece. Solo a aquellos que venden alcohol en gel. Y productos de prevención ja.

¿Cómo te cayó la muerte de Braian Toledo?

FM: Mal, muy triste, No pude despedirme de él. Yo estaba dando vueltas por el mundo. Me acuerdo de que la última charla fue en febrero en la costa balnearia haciendo una clínica con Weber, una empresa que nos exponsorea. Me gustó porque tuvimos hablando en el yacuzzi del hotel sobre los objetivos para este 2020 y los sueños a cumplir. Y fue un lindo momento que me quedará para siempre. Él diciéndome que se había recuperado de su lesión y que estaba con muchas pilas para llegar bien a Tokio. Que se sentía motivado y con ganas de seguir entrenando. Eso fue lo último que me dijo. Una gran persona. Más allá de sus limitaciones económicas, siempre intentó ayudar a un montón de gente y que no le pasara lo mismo que a él. Se comprometía mucho con esas causas.

¿Qué sentiste cuando te enteraste de su fallecimiento?

FM: Fue muy raro. No sabía si estaba soñando o era verdad. Hubo días que me levantaba a la mañana y miraba el teléfono para observar si era mentira. Buscaba explicaciones para entender la situación. No entendía nada. Pero, lamentablemente, fue verdad. Y me dolió mucho.